Los océanos son el mayor ecosistema de la tierra, cubriendo dos tercios de la superficie del mundo y suministrando la mitad del oxígeno de nuestra atmósfera. Son el hogar del 80% de la vida en la tierra, y cerca de 3.000 millones de personas dependen de ellos como fuente primaria de alimento. Pero los Océanos no serían más que un vertedero y la vida cesaría en todo el planeta de no ser por un simple hecho: La red global de poderosas corrientes oceánicas. Cada gota de agua marina se desplaza en estas corriente, tardando mil años en completar un circuito. Sin la mezcla constante por las corrientes, las mareas y la olas, nuestros océanos no podrían mantener la vida, y un océano sano es imprescindible para un planeta sano.
Una nueva fuerza amenaza nuestro planeta perfecto. En las pasadas 5 extinciones masivas causada por cataclismos volcánicos, no fueron la lava o las cenizas lo que barrió la vida en la tierra, sino un gas invisible liberado por los volcanes: el dióxido de carbono. Prácticamente cada aspecto de nuestra vida moderna depende de la energía creada al quemar combustibles fósiles, y este proceso produce CO2 en grandes cantidades. Los seres humanos están cambiando nuestro planeta tan rápidamente que está afectando el soporte vital de la tierra, nuestro clima y nuestros océanos. Afortunadamente, el planeta cuenta con fuentes de energía naturales que pueden ayudarnos a cambiar la manera de generar nuestra energía. Son estas fuerzas de la naturaleza -el viento, el sol, el mar y la energía geotérmica- las que son claves para nuestro futuro. A través de historias conmovedoras y entrevistas a expertos, descubriremos como el CO2 está desestabilizando nuestro planeta. Conoceremos elefantes huérfanos rescatados en Kenia víctimas de las sequías. nos uniremos a patrullas guardacostas de Gabón luchando para salvar a los tiburones amenazados. En el amazonas seremos testigos del rescate de animales en selvas que se reducen, y en San Diego, entraremos en un zoo criogénico que conserva el ADN de especies amenazadas de extinción.
Había habido antes otros asentamientos piratas en diferentes lugares, pero ninguno había sido como el de Nasau. Había un fuerte y la gente se congregó y construyeron una comunidad. Más gente fuera de la ley fue llegando y empezaron a desarrollar una economía por sí mismos. Hombres como Edward Thatch, más tarde conocido como Barbanegra, su compinche Black Caesar, un antiguo esclavo, y el pirata que les condujo a todos allí, el capitán Benjamin Hornigold. En el segundo episodio, la tensión entre Benjamin Hornigold y Henry Jennings aumenta. Su rivalidad toma un nuevo rumbo cuando Hornigold crea una república pirata en Nassau.
La república pirata de Nassau prospera vulnerando el comercio entre Gran Bretaña y Norteamérica. Pero sus cimientos se tambalean al morir el pirata más exitoso de la historia, Sam Bellamy. Pero Edward Thatch se reinventa y se convierte en el pirata más malvado de todos, se convierte en Barbanegra. La campaña de Woodes Rogers comienza con una oferta de perdón. Hornigold y Jennings aceptan, pero no todos los piratas de Nassau están de acuerdo.
En la segunda parte y conclusión, se pone el foco sobre el marketing masivo del opiáceo sintético fentanilo y se examinan las conexiones entre los fabricantes de fármacos y las políticas gubernamentales. Videos de antiguos comercializadores y de material promocional revelan un profundo cinismo entre los empleados de las compañías y también la falta de reparos hacia las extendidas e infames prácticas corporativas.
Pero los Océanos no serían más que un vertedero y la vida cesaría en todo el planeta de no ser por un simple hecho: La red global de poderosas corrientes oceánicas. Cada gota de agua marina se desplaza en estas corriente, tardando mil años en completar un circuito. Sin la mezcla constante por las corrientes, las mareas y la olas, nuestros océanos no podrían mantener la vida, y un océano sano es imprescindible para un planeta sano.