El centro de nuestra galaxia alberga un monstruo invisible de un poder inimaginable: un agujero negro supermasivo llamado estrella Sagitario A, con cuatro millones de veces la masa del Sol. Recientes avances astronómicos han confirmado no solo la existencia de agujeros negros como la estrella Sagitario A, sino que estos extraños objetos invisibles pueden ser los protagonistas galácticos definitivos. Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro. En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.
Protagonizado por figuras de renombre mundial y por los principales científicos del mundo, 'La dieta que nos conduce a la extinción' nos lleva a un viaje sorprendente. Este poderoso documental nos abre los ojos al mostrarnos al elefante haciendo estragos en la cacharerría del que nadie quiere hablar: La producción insostenible de ganado para carne conduce a la deforestación, al aumento de la contaminación y al expolio de recursos. Alarmante y entretenido, el documental te hará no volver a mirar de la misma manera a tu comida o la industria alimentaria. No podemos seguir negando la destrucción de nuestro planeta. Los daños son evidentes y no tenemos otro lugar al que ir. Ha llegado el momento de enfrentarse a la verdad, por incómoda que sea: estamos en tiempo prestado. Pero todos los días tenemos el poder de elegir buenos alimentos para nuestro planeta, nuestro paladar y nuestra salud.
En un provocador documental, el activista medioambiental George Monbiot examina el desastroso impacto que la ganadería tiene en el planeta. Argumenta que el mayor problema que nos lleva al desastre global es como nos alimentamos, especialmente con la carne. George nos mostrará fuentes de comida alternativas, incluyendo carne sintética, la proteína producida por bacterias y también explora ideas revolucionarias que podrían cambiar la agricultura tal como la conocemos.
En el cuarto episodio Neil deGrasse Tyson mira al pasado para mostrar la permanente lucha por eliminar el hambre en el mundo y la historia de Nikolai Ivanovic Vavilov, un pionero de la agricultura moderna que arriesgó su vida por unos descubrimientos que cambiaron la historia de la ciencia. La historia de Vavilov está marcada por la tenacidad, la creatividad y por su tragedia personal. Entrelazada con la narrativa hay advertencias sobre las implicaciones éticas de la ciencia, especialmente cuando está sometida a ataques por parte de las fuerzas políticas.
Habitamos en un cosmos de dimensiones desconocidas y realidades paradójicas. Vivimos en un nivel de percepción,
Pero hay otros. De vez en cuando, aparece un buscador y abre la puerta de entrada a uno de estos otros niveles. Uno de ellos descubrió una paradoja sobre la realidad que demostró ser tan profunda que todavía tratamos de entender cómo puede ser posible El universo, o quizás deberíamos decir, los universos nunca han sido iguales. . En el reino contraintuitivo de la Mecánica Cuántica, la luz puede ser dos cosas contradictorias y, de alguna manera que nadie sabe, un observador puede alterar la naturaleza de la realidad.
Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro.
En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.