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El retorno de Michael Jordan en 1995 llena de energía a los Chicago Bulls, a su ciudad y a la NBA, pero la eliminación de su equipo en la temporada previa es lo que le impulsa a trabajar más duro que nunca para retornar a la cima. En 1998, a Phil Jackson se le da una temporada final con su legendario equipo para hacer el último baile.

Devastado por la muerte de su padre, un Michael Jordan mentalmente exhausto se retira del baloncesto en 1993. Los Chicago Bulls dejan a Scottie Pippen el papel de liderar al equipo. En 1998, Jerry Krause confirma que este será el último año de Phil Jackson como entrenador de los Bulls.

Desde las zapatillas Air Jordan y el eslogan 'Be Like Mike', pasando por la finales NBA de 1992 y el primer Drem Team olímpico en Barcelona 92, Michael Jordan llega a convertirse en un icono cultural global como ningún otro. Pero su reputación sufre después de que rehusara apoyar públicamente al candidato al Senado norteamericano Harvey Grant.
Un joven escolta de los Lakers llamado Kobe Bryant causa una gran impresión en el All-Star Game de 1998 y forja desde entonces un vínculo con Jordan.

El episodio sobre Dennis Rodman, claro. El excéntrico alero muestra su valor en la cancha mientras que capta la atención fuera de ella, incluyendo un loco viaje a Las Vegas en plena temporada. La actitud y energía de Rodman ayudan mucho al equipo.
Los Bulls luchan para imponerse a los 'Chicos Malos' de Detroit, perdiendo con ellos en las eliminatorias de 1988, 1989 y 1990. No hay ningún amor entre estos encarnizados rivales de la Conferencia Este.

En este episodio veremos como Scottie Pippen asciende desde la oscuridad para llegar a ser uno de los mejores jugadores de la NBA. También como una lesión temprana en la carrera de Michael Jordan sembró la desconfianza en la dirección de los Chicago Bulls. Scottie Pippen siguió un camino poco habitual hacia la NBA, creciendo hasta llegar a ser una estrella en Central Arkansas. Pippen se ganó la confianza de Jordan y encontró su papel perfecto como un alero y defensor de élite, pero su frustración frente a la dirección de los Bulls por su contrato le condujo a una petición de traspaso en 1997.