Únanse a Jeremy Clarkson; la persona con menos probabilidades de ser granjero en Gran Bretaña, y a su diversa banda de compañeros en su lucha contra un clima adverso, animales rebeldes y cultivos fallidos, en la intensa, ardua pero frecuentemente divertida vida diaria en la granja Diddly Squat. En el primer episodio, Clarkson intenta diversificar las fuentes de ingresos de su granja (sólo había ganado 144 libras el año anterior) en un esfuerzo por aumentar sus beneficios. Decide que su principal forma de conseguirlo será un nuevo rebaño de vacas y compra rápidamente varios de los animales. Sin embargo, el momento en que van a aportar dinero y la necesidad de construir un recinto para ellas causan problemas a Jeremy y Charlie. Mientras tanto, inspirado por el éxito de la tienda de la granja, Clarkson tiene la idea de abrir un restaurante en el establo abandonado para vender su carne de vacuno y cordero, pero debe hacer frente al coste de convertir el establo y obtener la aprobación del ayuntamiento local.
La primavera ha llegado a la granja Diddly Squat, y eso anuncia la liberación de vacas y pollos de su cautiverio invernal. Los planes del restaurante de Jeremy se van al traste, pero ahí no acaban sus problemas con el Consejo, que también envía cartas planteando problemas sobre lo que se vende en la propia tienda. A partir de aquí, Jeremy decide que él y todos los que le rodean deben operar en un mundo de lagunas jurídicas y astucias al margen de la ley. Pepper, la preciada novilla, aún no está preñada y su última oportunidad llega en forma de un toro llamado Break Heart Maestro. Una charla con Alan, el constructor, proporciona un momento Eureka: ¡después de todo, la idea del restaurante no está muerta! Las obras comienzan con gran entusiasmo y Jeremy conoce a un chef llamado Pip. La emoción es menor cuando tiene que llevar su primer novillo al matadero.
Jeremy se enfrenta cara a cara con su némesis: el tejón. Charlie informa a Clarkson de que sus vacas corren el riesgo de contraer tuberculosis bovina a causa de los tejones de la granja. Decide resolver el problema matando a las criaturas, pero le informan de que esto es ilegal en la mayoría de los casos. Ante el peligro que corre su rebaño, Clarkson debe esperar que no pase lo peor.
El rebaño de vacas de Clarkson comienza a instalarse en la granja, pero las cosas empiezan a torcerse de inmediato. A las vacas no les gusta la idea de una valla y se escapan rápidamente, y cuando Clarkson intenta destetar a los terneros, éstos también se escapan y provocan el caos. Además, los nuevos gallos traídos para ayudar a fertilizar la tierra también resultan difíciles de manejar.
En el primer episodio, Clarkson intenta diversificar las fuentes de ingresos de su granja (sólo había ganado 144 libras el año anterior) en un esfuerzo por aumentar sus beneficios. Decide que su principal forma de conseguirlo será un nuevo rebaño de vacas y compra rápidamente varios de los animales. Sin embargo, el momento en que van a aportar dinero y la necesidad de construir un recinto para ellas causan problemas a Jeremy y Charlie. Mientras tanto, inspirado por el éxito de la tienda de la granja, Clarkson tiene la idea de abrir un restaurante en el establo abandonado para vender su carne de vacuno y cordero, pero debe hacer frente al coste de convertir el establo y obtener la aprobación del ayuntamiento local.