Los océanos son el mayor ecosistema de la tierra, cubriendo dos tercios de la superficie del mundo y suministrando la mitad del oxígeno de nuestra atmósfera. Son el hogar del 80% de la vida en la tierra, y cerca de 3.000 millones de personas dependen de ellos como fuente primaria de alimento. Pero los Océanos no serían más que un vertedero y la vida cesaría en todo el planeta de no ser por un simple hecho: La red global de poderosas corrientes oceánicas. Cada gota de agua marina se desplaza en estas corriente, tardando mil años en completar un circuito. Sin la mezcla constante por las corrientes, las mareas y la olas, nuestros océanos no podrían mantener la vida, y un océano sano es imprescindible para un planeta sano.
A principios de los 90 del siglo pasado parecía que el mundo se había unido. En la Cumbre de la Tierra de Río las naciones firmaron un programa de acción para empezar a atajar el cambio climático. Pero el consenso no duró. El Dr. Iain Stewart investiga el contra ataque que fue desplegado por los escépticos del cambio climático. Argumentaban que el planeta no se estaba calentando, que si así fuera no era inusual, y que lo que estuviera pasando con el clima no tenía nada que ver con la emisión humanas de gases de efecto invernadero. Iain entrevista ahora alguno de estos escépticos y descubre como sus posiciones han cambiado con el tiempo.
La Tierra es nuestro hogar, es el único que tenemos. Es nuestro planeta y no sabemos si puede haber vida en ningún otro rincón del universo. Tenemos mucha suerte de tener un hogar así. Varios astronautas, incluida la legendaria Peggy Whitson, que pasó 665 días en la Estación Espacial Internacional, explican cómo ha cambiado su concepto de 'hogar' desde su experiencia espacial.
El magnífico planeta anillado Saturno, junto con sus más de 80 lunas, forma el sistema planetario más dinámico de nuestros alrededores. Con océanos subterráneos y campos magnéticos protectores, los expertos exploran cómo estos satélites podrían reescribir las reglas del Sistema Solar. Cuanto más nos acercamos, más vemos que estas extraordinarias lunas son como mundos propios, dinámicos, parecidos a la Tierra. A casi mil millones de millas del Sol, estos mundos helados podrían ser hogar de la Vida 2.0. Las lunas de Saturno ofrecen posiblemente la mejor oportunidad de encontrar vida extraterrestre en nuestro sistema solar. Con cada nueva misión, nos acercamos a desentrañar los misterios de las lunas de Saturno.
Cada año, en los mares que rodean a Alaska, las ballenas jorobadas, los leones marinos y las orcas, entre otros, dependen de una explosión de vida marina, la proliferación del plancton. Este evento transforma estos mares en los más ricos de la tierra. ¿Pero sobrevivirán estos animales para disfrutar del gran festín? El sol estival enciende el crecimiento del fitoplancton, plantas microscópicas que proliferan en números tan grandes que eclipsan incluso a la jungla del amazonas en abundancia neta de vida vegetal. Estas plantas diminutas son la base de la cadena trófica para el resto de seres vivos, como las ballenas, que migran casi 5.000 km desde Hawai, perdiendo un tercio de su peso.
Pero los Océanos no serían más que un vertedero y la vida cesaría en todo el planeta de no ser por un simple hecho: La red global de poderosas corrientes oceánicas. Cada gota de agua marina se desplaza en estas corriente, tardando mil años en completar un circuito. Sin la mezcla constante por las corrientes, las mareas y la olas, nuestros océanos no podrían mantener la vida, y un océano sano es imprescindible para un planeta sano.