Hector identifica al misterioso cubano que interrogó a Kiki Camarena: un veterano agente de la CIA, Félix Rodríguez, figura clave del escándalo Irán-Contra. Aunque le advierten que no siga investigando, Hector se niega y es finalmente obligado a jubilarse. El caso se abandona durante años, pero entonces aparece una nueva fuente con una asombrosa acusación.