Michael Moore afronta el problema que está en el centro de toda su obra: el impacto que el dominio de las corporaciones tiene sobre la vida cotidiana de los ciudadanos. Moore nos lleva desde las viviendas de personas normales y corrientes y la sociedad de la clase media hasta los pasillos del poder en Washington y el epicentro financiero global de Manhattan, mientras busca explicaciones en los lugares donde están las autoridades.