Robert Kenner tira de la manta sobre los expertos a sueldo de algunas compañías que se presentan como autoridades científicas en ciertos campos y que hablan de temas tales como productos químicos tóxicos, fármacos o el cambio climático, solo para sembrar la confusión en materias por otra parte bien estudiadas. Inspirado en el aclamado libro de Naomi Oreskes y Erik Conway