El Cristo de San Juan de la Cruz por Salvador Dali
La osada Crucifixión de Salvador Dali es a menudo citada como la pintura religiosa más excelsa del siglo XX, aunque el autor era un notorio blasfemo y algunas de sus obras irritaron mucho a la Iglesia católica. El Cristo de San Juan de la Cruz fue pintado a principio de los 50, y está inspirado en un sueño cósmico que Dalí dijo haber tenido, en el que en el núcleo del átomo estaba Cristo mismo. Se basa en un pintura de un fraile español del siglo XVI, con un cristo modelado de un culturista de Hollywood. De acuerdo a muchos estudiosos, es una obra maestra de la técnica pictórica y usa una perspectiva artística inusual, siendo Jesús visto desde arriba.