Dash Snow rechazó una vida privilegiada para seguir su camino como artista en las calles de Nueva York a finales de los años 90. Pasó de ser un grafitero a una estrella internacional y él mismo documentó sus noches llenas de drogas y alcohol con su familia compuesta por amigos y artistas como Ryan McGinley y Dan Colen, hasta que murió de sobredosis en 2009. Cheryl Dunn recopila su inolvidable trabajo artístico y lo une a material filmado para capturar un excepcional retrato de una vida demasiado corta de excesos y creatividad.
Cheryl Dunn recopila su inolvidable trabajo artístico y lo une a material filmado para capturar un excepcional retrato de una vida demasiado corta de excesos y creatividad.