El episodio final examina la revolución y cómo el arte estuvo a la vanguardia para finalizar los 1.000 años del dominio de los zares. Veremos los grandes retratos de Stalin, ahora escondidos en los almacenes de los museos, la transformación del metro de Moscú en una gran galería de arte pública y visitaremos el Monumento del Espacio. Finalmente en la caótica Rusia de hoy observaremos como se están produciendo algunas de las formas más extrañas de arte, desde esculturas heroicas de Vladimir Putin a una manzana gigante. Desde la recreación de la familia real imperial encarando el pelotón de ejcución a esculturas de petróleo líquido. Desde la Rusia que abraza el mercado de arte comercial a la vuelta al realismo socialista. Rusia parece al borde de otra revolución.