Crystal Moselle, la directora del documental, se encontró en Nueva York con seis hermanos muy peculiares. Tenían entre 11 y 18 años y llevaban gafas de sol, trajes negros, pelo largo y parecían salidos de la película Reservoir Dogs. Crystal se hizo amiga de ellos y descubrió que los hermanos habían estado confinados en su apartamento de Manhattan durante 14 años y que habían aprendido sobre el mundo exterior sólo por las películas. Todas las situaciones sociales eran nuevas para ellos". Retirados de la sociedad y apodados The Wolfpack (La manada), los hermanos Angulo habían pasado su niñez recreando sus películas favoritas con elaborados accesorios y vestimentas. Sin amigos y viviendo de la asistencia, alimentaron su creatividad e imaginación solo con las películas, que les permitían escapar de su aislamiento y soledad. Todo cambió cuando uno de los hermanos escapó, y la dinámica de la casa se transformó. La Manada debe aprender ahora como integrarse en la sociedad sin deshacer sus lazos.