Nuevos descubrimientos han reescrito la historia de nuestro sistema solar, revelando una historia compleja y violenta que comienza con el nacimiento de nuestro Sol a partir de los escombros de una colisión galáctica masiva, hasta su destino final como estrella zombi solitaria. Es una historia dramática de elegante belleza y extrema violencia. El sistema solar interior era como una autopista congestionada. Planetas cruzándose de órbita, colisiones frecuentes. Hubo muchos planetas que podrían haberlo conseguido pero no lo consiguieron, y resulta que nosotros fuimos uno de los afortunados que lo lograron. Los actores de la historia de nuestro sistema solar están más enredados de lo que nunca imaginamos. Sin la interacción de todos ellos, la Tierra no tendría el entorno estable que tenemos hoy y la vida no podría existir.
La NASA está un paso más cerca de responder a la cuestión de si estamos solos. El telescopio Spitzer ha hecho un gran descubrimiento: un sistema estelar con varios exoplanetas similares a la tierra en la zona habitable. Mientras el telescopio Kepler continua su búsqueda, nuestra comprensión del universo continúa siendo redefinida.
Los humanos han mirado durante mucho tiempo el cielo nocturno, preguntándose si otras formas de vida e inteligencias podrían estar prosperando en mundos mucho más allá del nuestro. Pero en las últimas décadas, los telescopios ultrasensibles y un tenaz trabajo de detectives han transformado la búsqueda de planetas extraterrestres de ciencia ficción a un hecho real. Esperábamos encontrar mundos similares a los planetas de nuestro sistema solar, pero en cambio descubrimos un montón de mundos exóticos. Animaciones de calidad basadas en los datos del cazador de planetas más exitoso, el telescopio espacial Kepler, muestran estos mundos: planetas hinchados con la densidad del poliestireno, mundos inestables que orbitan dos soles a la vez y gigantes gaseosos a 1000 grados con cielos azotados por vientos titánicos. Pero quizás el descubrimiento más sorprendente fue la cantidad de mundos que pueden ser contendientes para una segunda Tierra, a la distancia adecuada de su sol para tener ese ingrediente tan crucial para la vida tal como la conocemos, el agua líquida. Entre otras cosas, somos testigos del descubrimiento más tentador de todos: una llamada 'súper Tierra', situada en la zona habitable, el área a la distancia justa de un sol para potencialmente albergar vida, y con una débil señal de agua en su atmósfera.
Durante décadas algunos han sospechado que podría haber seres inteligentes ahí afuera, capaces de comunicarse con nosotros. Podría sonar como ciencia ficción, pero científicos de todo el globo están escudriñando el universo buscando señales procedentes del espacio exterior. Conseguimos un acceso exclusivo a los archivos del Telescopio Green Bank en su búsqueda de señales de radio de la Estrella de Tabby, una estrella misteriosa que algunos investigadores creen que esta rodeada por una Esfera de Dyson, un inmensa pantalla para recoger gran parte de la energía de su sol.
Nuestra galaxia, la Vía Láctea es una de los cientos de miles de millones del universo. Mira el universo a través del telescopio Hubble y retrocede casi hasta el momento del Big Bang.
Es una historia dramática de elegante belleza y extrema violencia. El sistema solar interior era como una autopista congestionada. Planetas cruzándose de órbita, colisiones frecuentes. Hubo muchos planetas que podrían haberlo conseguido pero no lo consiguieron, y resulta que nosotros fuimos uno de los afortunados que lo lograron. Los actores de la historia de nuestro sistema solar están más enredados de lo que nunca imaginamos. Sin la interacción de todos ellos, la Tierra no tendría el entorno estable que tenemos hoy y la vida no podría existir.