La muerte de Julio César ha generado un intenso caos en Roma. En su testamento, designa como sucesor y heredero a Octavio, noticia que deja en shock a Marco Antonio. Mientras Lucio queda destrozado por la muerte de Niobe, Tito le propone matrimonio a Eirene. Erastes Fulmen secuestra a los hijos de Lucio y a su cuñada. Aunque el clan de los Julio se plantea huir, Octavio propone llegar a un pacto con los asesinos de Julio César.
Julio César y sus hombres llegan a Egipto, donde reprenderá a los consejeros del rey niño Tolomeo XIII por eliminar a Pompeyo y demandará al hombre que lo mató. Más tarde, César decide inmiscuirse en la inminente guerra entre el joven rey Ptolomeo y su hermana, la seductora y ambiciosa Cleopatra, para asegurar el suministro del trigo egipcio a Roma y conseguir el tesoro real. Marco Antonio, en una demostración inusual de prudencia, desaconseja permanecer en Alejandría con solo media legión y Cato y Escipión como amenazas en África. En Roma, Burto recibe un recibimiento gélido de Servilia cuando retorna a casa desde Grecia.
César acampa su ejército en la Galia cerca de la frontera italiana. Sus enemigos temen que haga algo que ningún general romano has hecho: Cruzar el Rubicón para entrar en Roma con su ejército. César envía a Marco Antonio para negociar con Pompeyo. Entre tanto, Lucio llega a la ciudad para reunirse con su esposa y Tito consigue licor, juegos y sexo. Mientras Pompeyo presiona al Senado, la imprudencia de Tito precipitará la guerra.
Aunque se ha vengado del asesinato de sus hijos matando a Erastes, Lucio permanece hundido en la depresión hasta que Tito lleva a Marco Antonio a verle, que le ordena reportarse y solucionar los disturbios en el Aventino. Octavio está perdiendo la paciencia al no recibir la herencia de Julio Cesar. Mientras tanto, Cleopatra llega a Roma solicitando la protección militar de su trono. Octavio se gana a las masas con dinero prestado y Voreno va a ocupar el lugar de Erastes entre los bandidos.
Tras su victoria en la arena, Tito y Lucio son considerados unos héroes por toda la ciudad. Servilia urde los últimos detalles de su venganza contra Atilia y César. Bruto tiñe de sangre el senado.
Aunque el clan de los Julio se plantea huir, Octavio propone llegar a un pacto con los asesinos de Julio César.