Las plantas acuáticas crean algunos de los hábitats más bellos, extraños e importantes de la Tierra. Para sostenerse en los torrentes, algunas plantas utilizan una especie de pegamento. Otras están dotadas de armas feroces para librar titánicas batallas por el espacio. Otras forman esferas perfectas y escapan de los animales enemigos rodando. Donde los nutrientes son escasos, las plantas se convierten en cazadoras de animales, poniendo trampas e incluso capturándolos para asegurar su éxito. En este episodio exploramos con David Attenborough esos mundos acuáticos, desde Croacia hasta Brasil, desde Colombia hasta Tailandia, en lugares donde las flores de colores brillantes sofocan los lagos. En un río mágico de Brasil, el agua burbujea como el champán mientras las plantas crean la propia atmósfera.
Descubriremos las estrategias, los engaños y las hazañas de ingeniería que utilizan las plantas para prosperar en el clima cambiante de las distintas estaciones. Frente a condiciones que van desde el hielo y la nieve hasta los incendios más violentos, la supervivencia para las plantas es a menudo una cuestión de una sincronización perfecta, especialmente cuando se enfrentan a una intensa competencia y a depredadores sorprendentes. En este episodio, David Attenborough viaja a Finlandia para mostrar uno de los ejemplos más extremos de la vida vegetal estacional en el Círculo Polar Ártico. También se desplaza a California para comprobar cómo el cambio climático está afectando a los secuoyas gigantes. Estos árboles milenarios, como el resto de las plantas estacionales, dependen de la previsibilidad de las estaciones y nuestro actual clima cambiante amenaza su supervivencia.
En el segundo episodio, veremos a unos machos de dreadnoughtus competir por el derecho a aparearse. Unos lagartos son cazados por un velociraptor entre un grupo de tarbosaurios dormidos. Un Mononykus busca termitas e investiga nuevas opciones alimenticias tras una breve tormenta. Varios tipos de dinosaurios se congregan en torno a un abrevadero en Mongolia. Por encima de los desiertos del norte de África, se produce un combate aéreo cuando unos pterosaurios macho luchan por la atención de las hembras que se encuentran abajo. Una manada de secernosaurios desafía las duras dunas de yeso en busca de alimento.
En este tercer episodio veremos como un velociraptor caza pterosaurios en un acantilado junto a una cascada. Un tiranosaurio con cicatrices de batalla cuida sus heridas y se encuentra con un recién llegado. Con su cuerpo emplumado y su pico de pato, un deinocheirus de ocho toneladas recorre un humedal asiático en busca de alivio frente a las molestas moscas que le pican. Una hembra de quetzalcoatlus construye y vigila su nido. Una madre masiakasaurio y su familia cazan cangrejos. Unos elasmosaurios entran en un estuario en busca de peces.
En el cuarto episodio, veremos unos dromaeosaurios acechando a una manada de hadrosaurios mientras cruzan un río helado, a unos ornithomimus machos que asaltan los nidos rivales para reforzar los suyos, y también a unos olorotitanes que crían a sus hijos en fértiles campos volcánicos, pero teniendo que enfrentarse a las picaduras de los mosquitos. Unos troodóntido cazan mamíferos expulsados por un incendio forestal. Un joven antarctopelta recorre el bosque en busca de una nueva guarida para el invierno. En el bosque nevado, se desarrolla un tenso enfrentamiento entre dos antiguos rivales, un pachyrhinosaurio y un nanuqsaurio.
En este episodio exploramos con David Attenborough esos mundos acuáticos, desde Croacia hasta Brasil, desde Colombia hasta Tailandia, en lugares donde las flores de colores brillantes sofocan los lagos. En un río mágico de Brasil, el agua burbujea como el champán mientras las plantas crean la propia atmósfera.