Las montañas crean hábitats helados en todos los continentes de la Tierra, y cada uno de estos mundos de gran altitud presenta desafíos únicos para su sorprendente y notable vida. Comenzamos nuestro viaje cerca del ecuador -el punto más alejado de los polos- en África oriental. Aquí, en las altas laderas del Monte Kenia, durante el día el sol tropical mantiene el frío a raya, pero por la noche desciende la escarcha. Durante este ciclo de congelación y descongelación, una camaleón de casco preñada debe elegir el momento adecuado para dar a luz si quiere que sus recién nacidos escapen de la mortal helada nocturna. Lejos del ecuador, en los Alpes europeos, los largos y fríos inviernos dan paso a veranos cortos y abundantes. Para una pareja de águilas reales que crían a su polluelo, la exigencia de proporcionarle suficiente alimento les lleva a enfrentarse a presas cinco veces mayores que su tamaño. Para atrapar una gamuza, lo arriesgan todo con una de las técnicas de caza más audaces e impresionantes jamás vistas. Las montañas de Japón son el lugar más nevado de la Tierra, lo que se traduce en unas condiciones hostiles para un macaco macho solitario expulsado de su tribu. Su única posibilidad de sobrevivir es encontrar a otro macho cuyo abrazo le proporcione un calor que le salve la vida. Pero en las cumbres heladas, la fuerza más mortífera es una avalancha cuyo poder destructivo se capta por primera vez mediante drones con cámaras de alta velocidad. El techo del mundo es el hogar de una serie de inesperadas criaturas amantes del frío. En los remotos Alpes del Sur de Nueva Zelanda, una especie de loro -el kea- utiliza su famosa inteligencia para alimentarse de carroña. Y en los Andes de Sudamérica, los flamencos prosperan en lagos volcánicos de gran altitud, pero sus polluelos deben correr para escapar del frío invernal o arriesgarse a quedar atrapados en el hielo. Hoy en día, debido al cambio climático, nuestras cumbres heladas están sufriendo un rápido cambio. Gracias a una innovadora fotografía de lapso de tiempo, descubrimos que los glaciares de las montañas están desapareciendo ante nuestros ojos y lo que el calentamiento del planeta puede significar para nuestro habitante más famoso de las montañas, el panda gigante.
Vlad Drácula lleva a cabo una campaña de guerrillas cada vez más desesperada desde las sombras, con la esperanza de desmoralizar a los otomanos y ralentizar su marcha hacia el norte. Tras perseguir a Vlad durante dos semanas, el sultán Mehmed II y su ejército invasor se ven atrapados en una pesadilla que cobra vida en lo más profundo del bosque de Valaquia. De la invasión de Valaquia en 1462 han surgido muchas leyendas. Una habla de Vlad Drácula lanzando un ataque biológico contra los otomanos para frenar su marcha hacia su capital, Târgovişte. Vlad abrió sus prisiones y liberó a criminales para que fueran entre los otomanos con tuberculosis y peste bubónica, de modo que pudieran infectar a los soldados. Vlad Drácula también había llevado a cabo una política de tierra quemada contra Mehmed. Junto con su campaña de ataque desde las sombras había dejado a las tropas del sultán exhaustas. A medida que el ejército de Mehmed se acerca a Târgovişte, las tensiones aumentan en el campamento otomano, donde la comida y el agua escasean cada vez más. Pero Vlad tampoco tenía dónde proveerse de alimentos, ni tenía adónde ir. Se convirtió en prisionero de su propia política de tierra quemada. Radu Drácula se acerca para tomar como rehén a la princesa Anastasia. Anastasia se suicida cuando él la alcanza en el castillo de Poenari.
Cuando los animales pueden utilizar sentidos extraordinarios y habilidades sobrenaturales, cruzar el globo e incluso desplazarse entre mundos para encontrar pareja, seguridad y alimento, se vuelven realmente imparables.
Los océanos son el mayor ecosistema de la tierra, cubriendo dos tercios de la superficie del mundo y suministrando la mitad del oxígeno de nuestra atmósfera. Son el hogar del 80% de la vida en la tierra, y cerca de 3.000 millones de personas dependen de ellos como fuente primaria de alimento. Pero los Océanos no serían más que un vertedero y la vida cesaría en todo el planeta de no ser por un simple hecho: La red global de poderosas corrientes oceánicas. Cada gota de agua marina se desplaza en estas corriente, tardando mil años en completar un circuito. Sin la mezcla constante por las corrientes, las mareas y la olas, nuestros océanos no podrían mantener la vida, y un océano sano es imprescindible para un planeta sano.
El intestino y el microbioma, las bacterias que prosperan en él, procesan el combustible que el cuerpo humano necesita, tanto en periodos de ayuno como durante una ultramaratón. Los humanos han convertido la comida en cultura, en celebración y encuentro. Pero el alimento es en el fondo una cosa: Energía para vivir. Incluso cuando estas inmóvil, el cuerpo necesita un montón de energía. Pero esa necesidad de combustible nunca es más evidente que cuanto empujas tu cuerpo al límite.
Comenzamos nuestro viaje cerca del ecuador -el punto más alejado de los polos- en África oriental. Aquí, en las altas laderas del Monte Kenia, durante el día el sol tropical mantiene el frío a raya, pero por la noche desciende la escarcha. Durante este ciclo de congelación y descongelación, una camaleón de casco preñada debe elegir el momento adecuado para dar a luz si quiere que sus recién nacidos escapen de la mortal helada nocturna.
Lejos del ecuador, en los Alpes europeos, los largos y fríos inviernos dan paso a veranos cortos y abundantes. Para una pareja de águilas reales que crían a su polluelo, la exigencia de proporcionarle suficiente alimento les lleva a enfrentarse a presas cinco veces mayores que su tamaño. Para atrapar una gamuza, lo arriesgan todo con una de las técnicas de caza más audaces e impresionantes jamás vistas.
Las montañas de Japón son el lugar más nevado de la Tierra, lo que se traduce en unas condiciones hostiles para un macaco macho solitario expulsado de su tribu. Su única posibilidad de sobrevivir es encontrar a otro macho cuyo abrazo le proporcione un calor que le salve la vida. Pero en las cumbres heladas, la fuerza más mortífera es una avalancha cuyo poder destructivo se capta por primera vez mediante drones con cámaras de alta velocidad.
El techo del mundo es el hogar de una serie de inesperadas criaturas amantes del frío. En los remotos Alpes del Sur de Nueva Zelanda, una especie de loro -el kea- utiliza su famosa inteligencia para alimentarse de carroña. Y en los Andes de Sudamérica, los flamencos prosperan en lagos volcánicos de gran altitud, pero sus polluelos deben correr para escapar del frío invernal o arriesgarse a quedar atrapados en el hielo.
Hoy en día, debido al cambio climático, nuestras cumbres heladas están sufriendo un rápido cambio. Gracias a una innovadora fotografía de lapso de tiempo, descubrimos que los glaciares de las montañas están desapareciendo ante nuestros ojos y lo que el calentamiento del planeta puede significar para nuestro habitante más famoso de las montañas, el panda gigante.