El cometa ISON puede haber sido el más brillante y más spectacular de esta generación. El cometa ISON ha estado viajando hacia el sol durante miles de años y hará solo una órbita antes de desaparecer hacia los confines del sistema solar. Pero además de crear un gran espectáculo, la cola vaporizada del ISON, de millones de kilómetros de longitud, ayudará a explicar grandes misterios de la ciencia: los orígenes del sistema solar, si el agua de la tierra procede de los cometas, y quizá si estamos solos en el universo.

Es una de las cuestiones más inabarcables que los científicos pueden preguntarse: ¿Cuán grande es el universo en el que vivimos? Sigue a los cosmólogos que están creando el mapa más ambicioso de la historia, un mapa de todo lo que existe. Y es más extraño de lo que cualquiera hubiera imaginado, un Univeso sin fin que se extiende mucho más allá de lo que el ojo puede ver. Y, si las últimas investigaciones lo demuestran, nuestro Universo puede ser sólo el comienzo de algo incluso más grande. Mucho más grande.

La Tierra se formó por una serie de cataclismos cósmicos, incluyendo un tremendo impacto. Aún así, entre el tumulto nació nuestro mundo. ¿Podría la misma cadena de acontecimientos haber creado otras tierras en algún otro lugar, habitadas por critaturas como nosotros?

Desde mundos helados con más agua que la misma Tierra a montañas de puro metal, los asteroides marcaron nuestro pasado y prometen mucho para el futuro. ¿Podrían estas enigmáticas rocas espaciales tener la clave de como se desarrolló y se extingue la vida en el Universo?

Pensamos que los cometas son relucientes y bonitas bolas de luz cruzando nuestros cielos con sus largas colas, pero los cometas son mucho más que solo un despliegue de fuegos artificiales cósmico. Tienen un uúnico e importante lugar en la ciencia moderna. Son máquinas del tiempo del universo primitivo, podrían ser la clave para desentrañar los secretos del cosmos. Los cometas podrían incluso ser el origen mismo de la vida. Seguiremos la increíble odisea de un cometa navegando a través del sistema solar, observándo como evoluciona de un trozo de hielo y roca dormido a caer y brillar violentamente con un núcleo activo envuelto en una neblina gaseosa. Lo que aprendemos es que los cometas son incluso más misteriosos y fascinantes de lo que jamás hubiéramos imaginado.