La serie muestra lo que ocurrió en 1993 en Waco, Texas, cuando David Koresh, el líder de la secta de los Davidianos de la Rama, se enfrentó al gobierno federal en un asedio de 51 días. En el primer episodio, veremos como estalla un primer tiroteo cuando los agentes federales llegan al complejo de la Rama Davidiana con una orden de registro. Más tarde, los negociadores de rehenes intentan sacar a los niños del recinto. David Koresh había llegado a dirigir su secta a través del matrimonio con Rachel Jones (14 años), hija de uno de los dirigentes de la misma y al que arrinconó enseguida, sustituyéndolo en la cima jerárquica. De todas partes llegaban nuevos adeptos ganados por la persuasiva doctrina de un Koresh que había efectuado compras de armas por valor de más de 250.000 dólares, según él para estar preparados llegado el momento del acoso del «Mal» y se dispuso a convertir en un fortín inexpugnable el rancho Monte Carmelo. Las autoridades acusaron a los davidianos de tenencia masiva de armas y de abusos sexuales con los niños que mantenían a su lado. Recibidos a tiros, los agentes contestaron de igual manera, produciéndose entonces un primer balance de cuatro agentes muertos y una decena de sectarios abatidos, entre ellos el propio David Koresh, herido en el costado izquierdo.
Esta muy esperada docuserie explora en profundidad lo que las drogas psicodélicas pueden enseñarnos sobre la conciencia, la muerte, la adicción, la depresión y la trascendencia. El cineasta Alex Gibney y el autor de éxito Michael Pollan la presentan en cuatro partes, cada una de ellas centrada en una sustancia diferente que altera la mente: LSD, psilocibina, MDMA y mescalina. Con Pollan como guía, viajamos a las fronteras del nuevo renacimiento psicodélico y miramos el contexto histórico casi olvidado, para explorar el potencial de estas sustancias para sanar y cambiar las mentes, así como la cultura. El primer capítulo es una gran introducción sobre el LSD, desde sus orígenes en 1943 hasta la tendencia actual de las microdosis para aquellos que aún no saben mucho sobre el tema, y un divertido y entretenido repaso del LSD incluso para los expertos en la materia. El programa nos lleva a un viaje a través de la historia de este poderoso compuesto, desde su descubrimiento y sus primeros usos médicos, pasando por los estudios secretos de control mental de la CIA, la contracultura y su prohibición, hasta nuestro actual renacimiento. Incluye increíbles filmaciones del inventor del LSD, Albert Hofmann, y poderosos testimonios personales de personas que han curado su sufrimiento gracias al LSD.
Cunde el pánico mientras una gran catástrofe se abre paso. La comunidad local se moviliza para plantarles cara a las autoridades y protestar contra la industria nuclear.
Eric C. Conn se convirtió en una celebridad local y tal vez incluso se volvió un héroe a los ojos de las personas a las que estaban ayudando. Colocó vallas publicitarias por todo el condado y sus fiestas eran legendarias. Conn se iba de vacaciones cada mes a lugares exóticos para hacer turismo sexual y sus 16 matrimonios eran la comidilla de la ciudad. En el tercer episodio, un nuevo fiscal federal comienza a trabajar en el caso. Las cosas toman un giro oscuro cuando varios de los antiguos clientes de Conn comparten sus experiencias. Buscado por el FBI, perseguido por las autoridades, la historia pronto se convierte en un suspense enrevesado. Tampoco es una coincidencia, dado que Conn menciona en numerosas ocasiones que se compara con James Bond. Un James Bond con un toque de Robin Hood.
En el quinto episodio veremos desde fraudes con bebés de peluche falsos hasta el delito fiscal. Una persona se plantea si podría hacer ingresos de dinero a nombre de personas muertas. Resulta que si se puede. También veremos un intento de fraude de dos piratas informáticos al IRS: el organismo federal de Estados Unidos encargado de la recaudación fiscal. Estos hábiles hackers analizan los esquemas cibernéticos y terminan en el punto de mira de las autoridades.
David Koresh había llegado a dirigir su secta a través del matrimonio con Rachel Jones (14 años), hija de uno de los dirigentes de la misma y al que arrinconó enseguida, sustituyéndolo en la cima jerárquica. De todas partes llegaban nuevos adeptos ganados por la persuasiva doctrina de un Koresh que había efectuado compras de armas por valor de más de 250.000 dólares, según él para estar preparados llegado el momento del acoso del «Mal» y se dispuso a convertir en un fortín inexpugnable el rancho Monte Carmelo. Las autoridades acusaron a los davidianos de tenencia masiva de armas y de abusos sexuales con los niños que mantenían a su lado. Recibidos a tiros, los agentes contestaron de igual manera, produciéndose entonces un primer balance de cuatro agentes muertos y una decena de sectarios abatidos, entre ellos el propio David Koresh, herido en el costado izquierdo.