Años después de haber filmado El Exorcista, el cineasta y escritor William Friedkin se cambia de la ficción a la realidad con este documental. Lo que empezó como una breve conversación entre Friedkin y e padre Gabrielle Amorth, el exorcista jefe de la diócesis de Roma durante 30 años, se transformó en una oportunidad única cuando el padre Amorth accedió a que Friedkin pudiera filmar un ritual de exorcismo. Sería el noveno exorcismo de un mujer afligida dolorosamene y sería filmado por Friedkin a solas, con una pequeña cámara digital que capturaría todo lo que sucediera. Combinando el material filmado de este exorcismo con entrevistas a sacerdotes, psicólogos, neurocirujanos y no creyentes, Friedkin nos guía hacia el mundo crepuscular entre los límites de lo que conocemos y lo que no es posible conocer.
La segunda parte de esta serie empieza con su vuelta a casa tras prestar servicios en el ejército y cómo trató de lidiar con una escena pop en rápido cambio. El panorama es más complicado de lo que incluso un buen conocedor de la vida de Elvis podría comprender. Priscilla Presley, que hizo algunas apariciones en la primera parte, ofrece mucho más en esta. Nos ayuda a entender como su marido fue forzado a participar en películas pésimas como parte de una especie de prisión artística, siendo otra parte de esta prisión la de estar instalado en los hoteles de Las Vegas. El hombre que había creado tan cuidadosamente su personaje estaba ahora atrapado en actuar en papeles que le forzaban otros.
Se centra en el cada vez más popular mundo de la música electrónica. El documental empieza con el legado de Carl Cox y sigue con el recién llegado Martin Garrix. Además de ellos, varios DJs y profesionales de la música electrónica desvelan los entresijos de la industria con reflexiones sobre los orígenes radicales del género y su futuro.
Ma Anand Sheela y otros seguidores rememoran sus experiencias al trasladarse al rancho de Oregón y la hostilidad de los residente de la ciudad vecina de Antelope. Con ayuda de arquitectos, ingenieros y los residentes, los rajnísh construyen una ciudad a la que llamarán Rajneeshpuram. La comuna decide autogobernarse para poder emitir sus propios permisos de construcción y tener policía propia. Los habitantes locales describen su desconfianza, mientras que la prensa empieza a asociar Rajneeshpuram con la masacre de Jonestown y pinta a Bhagwan como un anticristo. El grupo '1000 Amigos de Oregón' inicia acciones legales para desmantelar los edificios de Rajneeshpuram. En respuesta, Sheela empieza a comprar todas las propiedades que puede en Antelope.
La amarga disputa entre Sheela y Bhagwan confunde a la comunidad. El FBI aprovecha esta brecha para lograr entrar en el rancho y reunir todas las pruebas posibles contra los Rajnísh por envenenamiento, intentos de asesinato, escuchas ilegales y sabotaje. La sustituta de Sheela es una acaudalada productora de cine llamada Hasya.
Combinando el material filmado de este exorcismo con entrevistas a sacerdotes, psicólogos, neurocirujanos y no creyentes, Friedkin nos guía hacia el mundo crepuscular entre los límites de lo que conocemos y lo que no es posible conocer.