Este aclamado docudrama es una crónica de la caída de la dinastía Romanov en Rusia. Cuando la agitación social se extiende por Rusia a principios del siglo XX, el zar Nicolás II se resiste a ningún cambio, desencadenando una revolución que pone fin a su reinado. En el primer capítulo veremos cómo Nicolás II sube al trono de Rusia en 1894, manteniendo la autocracia total heredada de sus antecesores. La tragedia marca el día de su coronación.
En el segundo capítulo, la desastrosa guerra entre rusos y japoneses provoca mucho descontento, hasta llegar a una insurrección civil. El príncipe Alexei es diagnosticado de hemofilia. La desesperación de la Zarina ante las pocas esperanzas de curación le hace buscar la ayuda del místico siberiano Rasputín.
Los Romanov llevan una vida de lujos mientras las fuerzas del zar reprimen violentamente las protestas de un pueblo que vive con privaciones. Rasputín goza cada vez de más influencia, sin importar los rumores y los escándalos. Mucha gente piensa que el primer ministro Peter Stolypin como reformador en jefe es la última esperanza de la dinastía Romanov. Él está horrorizado por la creciente influencia de Rasputín. La lucha entre ambos es una batalla por influir en Nicolás II. Pero Stolypin es asesinado por un disparo en la ópera de Kiev en 1911.
El fracaso de las reformas y el incremento de la agitación política provocan que la posición del zar Nicolás II sea más precaria. En 1914, Rusia entra en la Primera Guerra Mundial en defensa de sus aliados en Serbia. La impopularidad preexistente del régimen se agrava por los crecientes costes bélicos y los rumores de corrupción. Los reveses de la guerra hacen que Nicolás II marche al frente. En Rusia, la indignación aumenta por el número de víctimas y las intrigas políticas de Alexandra Romanov y Rasputín.
Rasputín es asesinado, y Nicolás II sigue con sus catastróficas políticas en la guerra y en el país. Cuando Nicolás vuelve al frente, está de hecho abandonando el control del Gobierno, exactamente cuando Rusia más necesitaba que su Zar la mantuviera unida. En ese momento, la guerra era muy impopular. Era la causa de la escasez y el origen de una profunda crisis social. La oposición a la contienda y las incontables privaciones empujan al pueblo a levantarse y a la revolución.
En el primer capítulo veremos cómo Nicolás II sube al trono de Rusia en 1894, manteniendo la autocracia total heredada de sus antecesores. La tragedia marca el día de su coronación.