La serie sigue la tragedia ocurrida cuando unos terroristas atacaron en la maratón anual de Boston el 15 de abril de 2013. Llevaron a cabo el atentado colocando dos bombas caseras de olla a presión que detonaron cerca de la línea de meta de la carrera con 14 segundos y 190 m de diferencia. El resultado fueron tres víctimas mortales y cientos de heridos, entre ellos 17 que perdieron alguna extremidad. Con la ayuda de imágenes de archivo, entrevistas con investigadores, testigos, supervivientes y recreaciones ocasionales, ofrece detalles sobre la investigación del FBI de lo que rápidamente se consideró un atentado terrorista doméstico. En el primer episodio, horas después de las explosiones, los investigadores examinan minuciosamente las pruebas. Una foto y unos segundos de grabación conducen a un gran avance y a una decisión angustiosa.
En este revelador documental, Giancarlo Granda, antiguo encargado de la piscina del Hotel Fontainebleau, comparte los detalles íntimos de su relación de 7 años con una encantadora mujer mayor, Becki Falwell, y su marido, el incondicional evangélico de Trump, Jerry Falwell Jr. Dirigida por Billy Corben, la película esboza el enredo de Granda con las vidas aparentemente perfectas de los Falwell y la influencia global que este asunto tuvo en unas elecciones presidenciales. La vida de Jerry Falwell -el fallecido tele evangelista de la Mayoría Moral que durante décadas ayudó a catalizar el giro a la derecha de los evangélicos estadounidenses antes de su muerte en 2007- es una historia estadounidense por excelencia. Pero es en la siguiente generación donde la narrativa de Falwell se convierte a la vez en telenovela y cuento moral. La película cubre la caída en desgracia de Jerry Falwell Jr., que tras la muerte de su padre fue colocado en la presidencia del órgano conservador de la familia, la Liberty University. Allí pareció permanecer penosamente esclavo de sus apetitos. Escuchamos testimonios sobre su supuesta tendencia a beber en el trabajo y las entrevistas incómodas y embarulladas entre él y medios de comunicación afines, pero lo más importante es el testimonio de Giancarlo Granda. Granda trabajaba en la piscina de un hotel de Miami cuando conoció a Falwell y a su esposa, Becki, en 2012. Hoy alega que le convencieron para que mantuviera relaciones sexuales con Becki mientras Falwell miraba, y que la pareja mantuvo con él una campaña continua que podría describirse como coercitiva. Sus energías se consumían mientras luchaba contra comportamientos arbitrarios y a veces amenazantes, y culpa al remolino de escándalos que les rodeaba de haber descarrilado su futuro profesional. Granda, que habla con franqueza y sólo en ocasiones se muestra visiblemente emocionado, es su mejor defensor cuando describe a una pareja que, según él, ansiaba su cuerpo y estaba dispuesta a desechar el resto de su persona.
Eric C. Conn se convirtió en una celebridad local y tal vez incluso se volvió un héroe a los ojos de las personas a las que estaban ayudando. Colocó vallas publicitarias por todo el condado y sus fiestas eran legendarias. Conn se iba de vacaciones cada mes a lugares exóticos para hacer turismo sexual y sus 16 matrimonios eran la comidilla de la ciudad. En el tercer episodio, un nuevo fiscal federal comienza a trabajar en el caso. Las cosas toman un giro oscuro cuando varios de los antiguos clientes de Conn comparten sus experiencias. Buscado por el FBI, perseguido por las autoridades, la historia pronto se convierte en un suspense enrevesado. Tampoco es una coincidencia, dado que Conn menciona en numerosas ocasiones que se compara con James Bond. Un James Bond con un toque de Robin Hood.
Los asientos correspondientes a la generosidad y a la prosperidad son seleccionados: Christopher Sembroski, un antiguo miembro de la Fuerza Aérea norteamerican que sirvió en Iraq y que ahora trabaja como ingeniero para Lockheed Martin, y Sian Proctor, profesora de Ciencias de la Tierra y candidata en dos ocasiones para ser astronauta de la NASA. La emoción por el próximo vuelo aumenta, pero también la ansiedad por la misión.
Este documental de Peter Jackson rinde homenaje a los soldados que participaron en la Primera Guerra Mundial, con motivo del primer centenario de su final en 1918. Empleando metraje original remasterizado y coloreado, testimonios reales y material inédito hasta el momento, el director Peter Jackson reflexiona sobre las secuelas mentales y espirituales ocasionadas por el conflicto, así como las graves consecuencias que dejó tras de sí en una generación mermada por la ingente cantidad de víctimas que se cobró. El título es un extracto del poema de Laurence Binyon escrito a principios de la guerra, 'A los caídos'.
En el primer episodio, horas después de las explosiones, los investigadores examinan minuciosamente las pruebas. Una foto y unos segundos de grabación conducen a un gran avance y a una decisión angustiosa.