Jennifer Griffith y Sarah Carver trabajaban para la Administración de Incapacidades y se dieron cuenta de toda esta corrupción de primera mano. Escribieron a la Administración de la Seguridad Social, escribieron a los abogados, escribieron al presidente de los Estados Unidos. Pero sus quejas no tuvieron eco hasta que se publicó el artículo del Wall Street Journal. Entonces, con la atención nacional puesta en Conn, el Senado, el FBI y la SS (que había estado permitiendo el fraude todo el tiempo) finalmente intervinieron. En este cuarto episodio final, Eric Conn hace que el gobierno busque una aguja en un pajar para incriminarle. Los efectos colaterales del fraude le pasan factura a una comunidad de Kentucky, ya de por sí en apuros.
Eric C. Conn se convirtió en una celebridad local y tal vez incluso se volvió un héroe a los ojos de las personas a las que estaban ayudando. Colocó vallas publicitarias por todo el condado y sus fiestas eran legendarias. Conn se iba de vacaciones cada mes a lugares exóticos para hacer turismo sexual y sus 16 matrimonios eran la comidilla de la ciudad. En el tercer episodio, un nuevo fiscal federal comienza a trabajar en el caso. Las cosas toman un giro oscuro cuando varios de los antiguos clientes de Conn comparten sus experiencias. Buscado por el FBI, perseguido por las autoridades, la historia pronto se convierte en un suspense enrevesado. Tampoco es una coincidencia, dado que Conn menciona en numerosas ocasiones que se compara con James Bond. Un James Bond con un toque de Robin Hood.
El documental cuenta la escalofriante historia de Abu Zubaydah, el primer detenido de alto valor sometido al programa de Técnicas del Interrogatorio Mejoradas (EIT), de La CIA, que más tarde fueron identificadas como tortura por personas ajenas a la agencia. Nunca acusado de un crimen o permitido de defenderse por su detención, Abu Zubaydah sigue encarcelado en la bahía de Guantánamo, en un limbo Kafkiano en contradicción directa de los propios ideales de la justicia y los procedimientos de Estados Unidos. Veinte años después, el documental revela los orígenes de las operaciones clandestinas que llevaron a Estados Unidos, en la 'Guerra contra el Terror', por un camino de crueldad, mentira y autoengaño. Con nuevas revelaciones y un nivel de detalle hecho posible por varias demandas iniciadas por Gibney y el productor Ray Bonner contra La CIA, relatos de primera mano de los dos primeros interrogadores que interrogaron a Abu Zubaydah, los agentes del FBI Ali Soufan y Stephen Gaudin, una impactante entrevista con el contratista de la CIA James Mitchell, el arquitecto principal del programa de EIT, y una entrevista con Daniel Jones, ex investigador del Senado, el documental descubre las prácticas incompetentes y engañosas que siguió el gobierno de los Estados Unidos para acelerar y legalizar este programa después del 11 de septiembre. Como resultado, la tortura como política gubernamental fue autorizada por los Estados Unidos por primera vez en la historia.
La amarga disputa entre Sheela y Bhagwan confunde a la comunidad. El FBI aprovecha esta brecha para lograr entrar en el rancho y reunir todas las pruebas posibles contra los Rajnísh por envenenamiento, intentos de asesinato, escuchas ilegales y sabotaje. La sustituta de Sheela es una acaudalada productora de cine llamada Hasya.
¿Cómo amasó Jeffry Epstein la fortuna detrás de la cual se escudó durante tanto tiempo? Cuando la policía reunió un cúmulo de evidencias en su contra, Epstein pasó a la ofensiva. El Fiscal de los Estados Unidos Alexander Acosta se reunió con los abogados de Epstein. No solamente se retiraron las acusaciones, el caso fue retenido por el FBI.
En este cuarto episodio final, Eric Conn hace que el gobierno busque una aguja en un pajar para incriminarle. Los efectos colaterales del fraude le pasan factura a una comunidad de Kentucky, ya de por sí en apuros.