Horas antes de que Mehmed II lance su asalto final, una visión ominosa sacude a ambos bandos. Durante semanas se rumoreó la llegada inminente de una flota de ayuda veneciana de 40 navíos, pero se desconocía su paradero exacto. Los cañones otomanos redujeron las murallas a escombros y los refuerzos llegaron demasiado tarde. La conquista de Constantinopla inaugura una nueva era para el Imperio Otomano, que será una fuerza dominante en la política mundial durante 300 años. Mehmed II, en muchos sentidos, cambió la naturaleza de la historia mundial.