El documental es una poderosa descripción de la lucha de Vladimir Mukhin para resucitar una cocina rusa casi olvidada, yendo contra la tradición establecida. Prepárate para asombrosas imágenes de creaciones culinarias en su restaurante el Conejo Blanco, algunas de la cuales pueden inquietarte. Mukhin era la quinta generación de chefs de su familia, y empezó trabajando en la cocina de su padre preparando clásicos de la era soviética. Pero se rebeló, dejó su pequeña ciudad de Essentuki por Moscú, y se obsesionó con las técnicas modernas de cocina en Europa. Viajó a Francia para trabajar como chef ayudante de Christian Etienne, donde por fin encontró el camino para que la cocina rusa tuviera un sitio en la cocina moderna.
En un mundo en el que nada parece salir como uno esperaba, El ensayo presenta a Nathan Fielder ayudando a gente corriente a ensayar conversaciones difíciles o acontecimientos de la vida mediante el uso de decorados y actores contratados para recrear situaciones reales. Las situaciones pueden ser triviales, como confesar una mentira sobre el historial educativo, o más complejas, como criar a un hijo. Fielder encarga decorados extravagantes en los que se recrean todos los detalles. Contrata a actores para que habiten estos decorados y practiquen docenas de veces diferentes árboles de diálogos con sus clientes. La información utilizada para entrenar a los actores y construir los decorados se recoge a menudo sin que los sujetos lo sepan. En el primer episodio, Nathan Fielder ayuda a Kor Skeete, un aficionado al trivial de Brooklyn que quiere confesar a su equipo de trivial del bar que mintió al decir que tenía un máster. Nathan revela un elaborado método de ensayo que implica a un actor (K. Todd Freeman) que interpreta a un 'falso Kor'. Para ayudar a Kor a ensayar la difícil conversación con su compañera de equipo, Tricia, para limpiar esta mentira tan antigua, Nathan crea simulaciones de la noche de trivial con una falsa Tricia en una réplica a escala real del Alligator Lounge, un bar de Brooklyn. Kor supera sus miedos y hace su confesión a la verdadera Tricia.
Mukhin era la quinta generación de chefs de su familia, y empezó trabajando en la cocina de su padre preparando clásicos de la era soviética. Pero se rebeló, dejó su pequeña ciudad de Essentuki por Moscú, y se obsesionó con las técnicas modernas de cocina en Europa. Viajó a Francia para trabajar como chef ayudante de Christian Etienne, donde por fin encontró el camino para que la cocina rusa tuviera un sitio en la cocina moderna.