El fundador de los Foo Fighters, Dave Grohl dirige este proyecto que él mismo describe como 'una carta de amor a la historia de la música americana'. Conmemorando el 20 aniversario de la banda, para su octavo álbum se hicieron ocho grabaciones, explorando en una ciudad americana diferente cada vez, incorporando en la composición y grabación la herencia musical y cultural del tejido de las ocho ciudades: Chicago, Austin, Nashville, Los Angeles, Seattle, New Orleans, Washington y New York.
En el primer episodio, Dave Grohl y sus amigos discuten el surgimiento de la famosa escena musical de Chicago desde las raices del blue de Muddy Waters and Buddy Guy al Rock and roll de Cheap Trick.

Un joven chimpancé común llamado Óscar es parte de una tribu de congéneres que ocupa un territorio de la selva africana. Cazan pequeños monos, comen termitas recogidas con primitivas herramientas vegetales y usan piedas para romper nueces. Óscar es atendido por su madre Isha, de la que aprende muchas lecciones para sobrevivir en la jungla. En una incursión de una banda rival de chimpancés Isha es herida y separada del grupo y de su hijo. Este giro de la fortuna deja a Óscar solo y tendrá que defenderse por sí mismo con la ayuda de un inesperado aliado.

Robert Kenner tira de la manta sobre los expertos a sueldo de algunas compañías que se presentan como autoridades científicas en ciertos campos y que hablan de temas tales como productos químicos tóxicos, fármacos o el cambio climático, solo para sembrar la confusión en materias por otra parte bien estudiadas. Inspirado en el aclamado libro de Naomi Oreskes y Erik Conway

Coldplay Live 2012 fuel el primer concierto en vivo filmado después de nueve años. Recoge actuaciones de su aclamada gira Mylo Xyloto world tour, que fue vista por más de 3 millones de espectadores desde su comienzo en Junio de 2011, así como las impresiones y comentarios de los componentes de la banda. Se incluyen filmaciones de los conciertos de Coldplay en la Plaza del Ventas de Madrid, el Bell Centre de Montreal y su triunfante actuación en el Pyramid Stage de Glastonbury.

'Cada concierto es distinto. Cuando se apagan las luces, las vidas de 30.000 personas coinciden... en ese instante. Todo el mundo que está ahí trabajando o mirando está viviendo ese momento. Es cuando estamos todos de acuerdo sobre lo que estamos haciendo a la vez... así que es una sensación maravillosa de unión cargada de posibilidades. Y entonces es cuando me sube la adrenalina... y empiezo a boxear con mi sombra a lo Rocky y cosas por el estilo.
Así que me entusiasmo tanto como el que más. Y todavía siento el mismo entusiasmo cuando voy a conciertos de otra gente. Me encanta ese momento. Y después hay que intentar mantener esa energía durante hora y media... porque se puede evaporar si no tienes cuidado. Aunque quizás no esté bien visto... emocionarse porque la gente venga a escuchar tu música... no nos importa una ***, nos encanta y, bueno, es emocionante'.