A las once en punto de la Nochevieja del Calendario Cósmico, surgió el Homo erectus, liberando sus manos y ganando para nuestra especie su nombre. Empezaron a explorar, a arriesgarse para llegar a nuevos lugares. Nuestros parientes los neardentales vivían y hacían muchas de las cosas que consideramos que son 'humanas'. Más inquietos que sus primos Neandertales y Denisovanos, nuestros antepasados Homo sapiens cruzaron océanos y paisajes despiadados, cambiando el paisaje y la atmósfera, hasta llegar a causar extinciones masivas. La comunidad científica le ha dado a esta era el nombre de 'Antropoceno'. Desde las primeras civilizaciones nos hemos preguntado si había algo en la naturaleza humana que contiene las semillas de nuestra propia destrucción. Syukuro Manabe nació en el Japón rural y tomó interés en la temperatura media global de la Tierra. Durante la década de 1960 reunión evidencias para predecir el incremento en la temperatura del planeta debido a los gases de efecto invernadero hasta que convertirlo en un lugar inhabitable y tóxico que podría conducir a nuestra extinción. 'Esto no tiene que pasar', nos dice Neil deGrasse Tyson, 'No es demasiado tarde. Hay otros caminos, otros futuros que aún podemos tener; encontraremos una manera'.
La historia de la Tierra está marcada por una catástrofe cósmica tras otra, forjando el camino de la evolución hasta los humanos. Colisiones de asteroides y cometas, erupciones solares, extinciones masivas, explosiones de supernovas, bombardeos de rayos cósmicos. Lo que sea, lo hemos vivido. Es un milagro que estemos aquí. Ahora, los expertos exploran cómo la Tierra se ha tambaleado al borde de la destrucción.
¿Qué pasaría si todos los seres humanos desaparecieran de la Tierra? ¿Qué pasaría si, de repente, la Naturaleza, controlada por los hombres durante milenios, reclamara para sí el planeta? National Geographic recrea esa hipotética situación, la vida de la Tierra sin seres humanos: manadas de cerdos salvajes que pastan bajo la Torre Eiffel, las ciudades destrozadas cubiertas de una alfombra verde de vegetación.
La ballenas jorobadas estuvieron al borde de la extinción hace 50 años pero hoy se están recuperando. Únete a un grupo de investigadores para desentrañar los secretos de las ballenas jorobadas y descubre porqué son las más acrobáticas de los cetáceos, el motivo de sus cautivadores cantos y porqué estos inteligentes animales de 50 toneladas migran más de 15.000 km cada año. "Las Ballenas Jorobadas" es un viaje extraordinario hacia el misterioso mundo de uno de los mamíferos marinos más imponentes. Rodado en las espectaculares aguas de Alaska, Hawaii y Tonga esta aventura ofrece una acercamiento a cómo estas ballenas se comunican, cantan, se alimentan, juegan y cuidan de sus crías.
Cuando el Homo sapiens dominó el fuego hace cientos de miles de años, todo cambión. El fuego nos permitió cocinar los alimentos y calentarnos, y sirvió como un punto de encuentro para contar historias y compartir la identidad cultural entre los miembros de la comunidad. No hemos establecido todavía los parámetros de lo que significa ser 'humanos'. Parece que lo único que nos separa de los demás animales, pondera Neil deGrasse Tyson, es nuestra neurótica necesidad de sentirnos especiales. En los Salones de la Extinción, Tyson insiste que debería haber una clara distinción entre nosotros mismos y los animales para justificar que los comamos, los usemos para vestirnos y que incluso lo llevemos a su fin como especie. Este episodio es una exploración del potencial humano para el cambio. Concluye con la historia de como uno de los tiranos más sanguinarios se trasformó en uno de los gobernantes más preclaros.
Desde las primeras civilizaciones nos hemos preguntado si había algo en la naturaleza humana que contiene las semillas de nuestra propia destrucción. Syukuro Manabe nació en el Japón rural y tomó interés en la temperatura media global de la Tierra. Durante la década de 1960 reunión evidencias para predecir el incremento en la temperatura del planeta debido a los gases de efecto invernadero hasta que convertirlo en un lugar inhabitable y tóxico que podría conducir a nuestra extinción. 'Esto no tiene que pasar', nos dice Neil deGrasse Tyson, 'No es demasiado tarde. Hay otros caminos, otros futuros que aún podemos tener; encontraremos una manera'.