Para muchos animales, el instinto de migrar es incontenible, a pesar de los peligros. Pero, por cada viaje que termina en tragedia, millones y millones logran llegar a su destino. Estos viajes les permiten vivir en mejores condiciones y tener nuevas oportunidades. Sin embargo, hemos cambiado el planeta... cortando rutas ancestrales y causando un gran impacto incluso en los lugares más remotos del mundo. Pero hay esperanza. Sabemos más de estos viajes que nunca. Y, con nuestra ayuda, muchos animales están superando los desafíos de nuestro mundo moderno. Para tener un planeta sano y conectado, debemos preservar la libertad de movimiento. Si lo hacemos, los viajes vitales de todos y cada uno de los animales continuarán durante años.
Con la llegada del verano las abejas liban, los gansos nivales se reproducen, los renacuajos eclosionan y los leones acechan a los ñus que buscan nuevos pastos. Nuestro planeta funciona con energía solar. Pero debido a la inclinación de la Tierra, no bañan su superficie uniformemente. Esta energía solar llega en cantidades variables en diferentes épocas del año. La enorme cantidad de energía que llega en verano también es la causa de innumerables migraciones.
Pero hay esperanza. Sabemos más de estos viajes que nunca. Y, con nuestra ayuda, muchos animales están superando los desafíos de nuestro mundo moderno. Para tener un planeta sano y conectado, debemos preservar la libertad de movimiento. Si lo hacemos, los viajes vitales de todos y cada uno de los animales continuarán durante años.