El centro de nuestra galaxia alberga un monstruo invisible de un poder inimaginable: un agujero negro supermasivo llamado estrella Sagitario A, con cuatro millones de veces la masa del Sol. Recientes avances astronómicos han confirmado no solo la existencia de agujeros negros como la estrella Sagitario A, sino que estos extraños objetos invisibles pueden ser los protagonistas galácticos definitivos. Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro. En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.
Con más configuraciones posibles en el tablero que átomos hay en el universo observable, Go, el antiguo juego de mesa chino, es considerado por muchos el gran desafío para la Inteligencia Artificial. El 9 de marzo de 2016 se celebró un extraordinario torneo al mejor de cinco encuentros entre un maestro legendario de Go y un programa informático de inteligencia artificial llamado AlphaGo, desarrollado por Google DeepMind. El documental muestra los preámbulos, el desarrollo y las conclusiones de este extraordinario enfrentamiento que fue seguido por cientos de millones de personas de todo el mundo del hombre contra la máquina. ¿Que revelará la competición tanto de la mente humana como del futuro de la IA?
El Universo como lo conocemos esta condenado a morir. El espacio, la materia e incluso el tiempo un día cesarán de existir y no hay nada que podamos hacer. Puden pasar diversas posibilidades. Puede colapsarse u arder o puede enfriarse hasta morir. También podría ser destruido de repente por una fluctiación cuántica al azar, una burbuja de destrucción que podría acabar con el cosmos en un parpadeo. No importa como termine, la vida en nuestro universo tiene los días contados.
Desde mundos helados con más agua que la misma Tierra a montañas de puro metal, los asteroides marcaron nuestro pasado y prometen mucho para el futuro. ¿Podrían estas enigmáticas rocas espaciales tener la clave de como se desarrolló y se extingue la vida en el Universo?
¿Existe vida en otros mundos? La Astrobiología y una nueva ciencia que busca la en el espacio combinando las disciplinas de la Astronomía, la biología y la geología. ¿Cómo sería la vida en otros planetas? Estas y otras cuestiones serán respondidas por un grupo de científicos. Visitaremos la región de Pilbara en el oeste de Australia, donde han sido descubiertas las pruebas más antiguas de vida sobre la Tierra. Viajaremos a las lunas de Júpiter y Satruno y nos plantearemos si la vida podría existir en las nubes de Venus. Finalmente asistiremos a experimentos para ver si la vida puede existir en exoplanetas parecidos a la Tierra más allá del Sistema Solar.
Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro.
En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.