En una carretera polvorienta entre la ciudad más aislada de Australia y su yacimiento de oro más grande se encuentra Coolgardie, donde la llegada cada tres meses de un nuevo par de extranjeras para trabajar en el único bar de la ciudad es un evento muy anhelado. Recién bajadas del avión y atraídas por la promesa de una auténtica experiencia en el interior del país, las finlandesas Lina y Steph se encuentran en camino a un punto en el mapa: para servir cervezas, recuperar los gastos por el viaje, y vivir entre los habitantes del lugar. Pero sus vacaciones de trabajo se complican hasta el punto de convertirse en un bautismo de fuego. Arengadas por su nuevo jefe, perseguidas implacablemente por clientes ebrios y presas de la locura y el malestar de un ambiente tan claustrofóbico como aislado, las chicas pronto se dan cuenta de que para cumplir con las expectativas, tendrán que hacer algo más que servir pintas.
El documental, ambientado en Gran Bretaña después de la Segunda Guerra Mundial, analiza el espíritu del nuevo laborismo de la postguerra (1945-1951) y los cambios radicales bajo el gobierno de Clement Attlee, que fueron desmantelados a partir de 1979 por los gobiernos conservadores de Margaret Thatcher. Rodado con material de archivo y entrevistas sin narrador, el filme recuerda la pobreza endémica de la Gran Bretaña de entreguerras, el sentido de optimismo que siguió a la victoria en la Segunda Guerra Mundial y la expansión del estado del bienestar, la fundación del Servicio Público de Salud y la nacionalización de sectores importantes de la economía británica.
La Antártida es el más hostil de los mundos helados de la Tierra. Sin embargo, incluso aquí, en medio de algunas de las condiciones más difíciles del planeta, la vida encuentra una manera no sólo de sobrevivir, sino de prosperar. Nuestro viaje comienza en el extremo del continente, en sus lejanas islas subantárticas. Aquí nos encontramos con pingüinos rey que, para alimentarse en el mar, deben enfrentarse al peligro de las feroces focas leopardo que acechan en los bajíos. En otra isla, presenciamos por primera vez cómo los machos de albatros errantes de las Antípodas se asocian entre sí, ya que las hembras de su población están desapareciendo debido a la actividad pesquera. En dirección al continente antártico, atravesamos los mares más bravos de la tierra, el Océano Austral, donde encontramos la rara vez filmada ballena azul, el animal más grande que jamás haya existido. En el borde de la Antártida, el mar es tan frío que se congela, creando una plataforma de hielo vital para que una madre foca de Weddell pueda criar a su precioso cachorro. Sin embargo, ella necesita protegerlo de los machos agresivos. En primavera, la costa de la Antártida está libre de nieve, lo que atrae a miles de pingüinos barbijo que se reproducen. Las piedras son abundantes para construir sus nidos elevados y proteger a los polluelos del agua del deshielo. Pero los robos son habituales y, para empeorar las cosas, con el cambio climático nos encontramos hoy con polluelos que tiemblan de hipotermia debido a que el calentamiento de la Antártida implica un aumento del agua de deshielo. Otros residentes también se enfrentan a un futuro incierto, como las orcas que patrullan por las olas. Descubrimos que sus presas favoritas, las focas de Weddell, son ahora más difíciles de alcanzar, por lo que están recurriendo a presas mucho más resistentes, como las focas leopardo, un depredador supremo por derecho propio. Este dramático encuentro nunca había sido filmado. Al adentrarnos en el interior del continente, en el corazón helado de la Antártida, nos encontramos con grandes sorpresas. Esta es una de las regiones más volcánicas de la Tierra, y una de las más secas. Descubrimos inesperadas dunas de arena, escondidas en un raro valle sin hielo. Luego, en las cimas de las montañas expuestas, que sobresalen del interior, por lo demás cubierto de hielo, encontramos diminutos petreles de las nieves, que crían a sus polluelos más al sur que cualquier otra ave, y defienden su territorio usando vómitos como proyectil. La mayor revelación se encuentra en las profundidades del interior, bajo la superficie de un lago cubierto de hielo, donde descubrimos antiguas estructuras de aspecto alienígena, estromatolitos gigantes, construidas por formas de vida primitivas. Si la vida puede llegar aquí, en los extremos de la Antártida, se plantea la posibilidad de que la vida pueda existir en otros lugares, incluso en los lagos helados de planetas lejanos.
Nancy Silverton describe su trayectoria vital, tanto en Los Angeles como en Italia, su familia y su obsesión con el pan. Tiene abiertos tres restaurantes en Los Ángeles: Pizzeria Mozza, Osteria Mozza (una estrella Michelin) y Chi Spacca. Y en todos, ha sido reconocida por la masa de sus pizzas, sus panes y sus postres. Nancy Silverton nos relatará su pasión por la comida, entre testimonios personales, testimonios de críticos gastronómicos y colegas. Su trabajo se define como obsesivo y meticuloso hasta lo más profundo de su ser.
En este revelador documental, Giancarlo Granda, antiguo encargado de la piscina del Hotel Fontainebleau, comparte los detalles íntimos de su relación de 7 años con una encantadora mujer mayor, Becki Falwell, y su marido, el incondicional evangélico de Trump, Jerry Falwell Jr. Dirigida por Billy Corben, la película esboza el enredo de Granda con las vidas aparentemente perfectas de los Falwell y la influencia global que este asunto tuvo en unas elecciones presidenciales. La vida de Jerry Falwell -el fallecido tele evangelista de la Mayoría Moral que durante décadas ayudó a catalizar el giro a la derecha de los evangélicos estadounidenses antes de su muerte en 2007- es una historia estadounidense por excelencia. Pero es en la siguiente generación donde la narrativa de Falwell se convierte a la vez en telenovela y cuento moral. La película cubre la caída en desgracia de Jerry Falwell Jr., que tras la muerte de su padre fue colocado en la presidencia del órgano conservador de la familia, la Liberty University. Allí pareció permanecer penosamente esclavo de sus apetitos. Escuchamos testimonios sobre su supuesta tendencia a beber en el trabajo y las entrevistas incómodas y embarulladas entre él y medios de comunicación afines, pero lo más importante es el testimonio de Giancarlo Granda. Granda trabajaba en la piscina de un hotel de Miami cuando conoció a Falwell y a su esposa, Becki, en 2012. Hoy alega que le convencieron para que mantuviera relaciones sexuales con Becki mientras Falwell miraba, y que la pareja mantuvo con él una campaña continua que podría describirse como coercitiva. Sus energías se consumían mientras luchaba contra comportamientos arbitrarios y a veces amenazantes, y culpa al remolino de escándalos que les rodeaba de haber descarrilado su futuro profesional. Granda, que habla con franqueza y sólo en ocasiones se muestra visiblemente emocionado, es su mejor defensor cuando describe a una pareja que, según él, ansiaba su cuerpo y estaba dispuesta a desechar el resto de su persona.
Arengadas por su nuevo jefe, perseguidas implacablemente por clientes ebrios y presas de la locura y el malestar de un ambiente tan claustrofóbico como aislado, las chicas pronto se dan cuenta de que para cumplir con las expectativas, tendrán que hacer algo más que servir pintas.