En la primera temporada de ‘El gran Imperio Otomano’, que pronto estará disponible en nuestro sitio web, el sultán Mehmed II ganó la batalla por la conquista de la gran ciudad de Constantinopla. Ocho años después, Mehmed disfruta del poder de su reinado sobre el Imperio Otomano y ostenta una tremenda reputación en todo el mundo. Sus ojos miran ahora hacia occidente, con la ambición de hacerse con el control de toda Europa. Sin embargo, hay una piedra en su zapato en forma de Vlad Drácula, el Voivoda de Valaquia, un estado vasallo de los turcos. La segunda temporada narra el enfrentamiento entre Mehmed y Vlad, en el que ambas figuras históricas se enfrentarán en una feroz y recordada batalla. En el primer episodio, Vlad y su hermano Radu fueron dejados por su padre al cuidado de Mehmed I, como garantía de que no traicionaría al sultán y no ayudaría a los húngaros, algo que se sospechaba mucho. Con el tiempo, Vlad llegó a ser coronado en el trono de Valaquia y su exaltación y arrogancia, así como el resentimiento contra el sultán y su imperio, le llevaron a desafiarlo. Cuando la amenaza de su rebelión se hizo más grande que nunca, Mehmed se preparó para la batalla y movilizó su poderosa máquina de guerra para derrotarlo.
Ya sean zorros en la ciudad o lobos en la tundra, sus agudos sentidos, su buena forma física y una fiera resolución han ayudado a los cánidos a conquistar el mundo. Pero el mayor secreto de su éxito es mucho más sutil. Es la historia de su faceta más íntima. Todos, desde el perro doméstico hasta el lobo salvaje, son parte de una familia.
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Horas antes de que Mehmed II lance su asalto final, una visión ominosa sacude a ambos bandos. Durante semanas se rumoreó la llegada inminente de una flota de ayuda veneciana de 40 navíos, pero se desconocía su paradero exacto. Los cañones otomanos redujeron las murallas a escombros y los refuerzos llegaron demasiado tarde. La conquista de Constantinopla inaugura una nueva era para el Imperio Otomano, que será una fuerza dominante en la política mundial durante 300 años. Mehmed II, en muchos sentidos, cambió la naturaleza de la historia mundial.
Tras dos semanas persiguiendo a Vlad Drácula por Valaquia, Mehmed el Conquistador y su exhausto ejército otomano acampan en las cercanías de Târgovişte. Su ataque a la capital es inminente. Pero el hombre conocido por los otomanos como el ‘El Empalador’ ha convertido los alrededores de su campamento en una cámara de los horrores. Asaltos durante la noche, centinelas que desaparecen del campamento otomano y son llevados al exterior para ser asesinados por los asaltantes valacos. Un agotador día de marcha seguido de una noche llena de terrores, pero aun así, Mehmed comienza a acercarse a su presa. Mehmed se prepara para asestar un golpe mortal al ejército de Vlad. Se encuentra un espía en el campamento de Mehmed. Vlad Drácula planeaba matar a Mehmed II en su tienda en un acontecimiento histórico muy famoso llamado el ‘Ataque Nocturno’. Vlad emboscó el campamento otomano con su ejército en un ataque nocturno sorpresa. Su plan era confundir al ejército otomano utilizando sus uniformes para que no pudieran distinguir entre los turcos y los de Valaquia, pero le aguardaba una sorpresa.
En el primer episodio, Vlad y su hermano Radu fueron dejados por su padre al cuidado de Mehmed I, como garantía de que no traicionaría al sultán y no ayudaría a los húngaros, algo que se sospechaba mucho. Con el tiempo, Vlad llegó a ser coronado en el trono de Valaquia y su exaltación y arrogancia, así como el resentimiento contra el sultán y su imperio, le llevaron a desafiarlo. Cuando la amenaza de su rebelión se hizo más grande que nunca, Mehmed se preparó para la batalla y movilizó su poderosa máquina de guerra para derrotarlo.