La imagen de éxito proyectada por Donald Trump deslumbró a millones. Pero varios periodistas y ex colaboradores describen un imperio falso trufado de asuntos turbios. Atando cabos sobre las pretendidas historias de éxito inmobiliario destaparemos como la carrera de Donald Trump se transformó desde unos fracasos épicos a una marca consumada que le encumbró como un triunfador.
En este revelador documental, Giancarlo Granda, antiguo encargado de la piscina del Hotel Fontainebleau, comparte los detalles íntimos de su relación de 7 años con una encantadora mujer mayor, Becki Falwell, y su marido, el incondicional evangélico de Trump, Jerry Falwell Jr. Dirigida por Billy Corben, la película esboza el enredo de Granda con las vidas aparentemente perfectas de los Falwell y la influencia global que este asunto tuvo en unas elecciones presidenciales. La vida de Jerry Falwell -el fallecido tele evangelista de la Mayoría Moral que durante décadas ayudó a catalizar el giro a la derecha de los evangélicos estadounidenses antes de su muerte en 2007- es una historia estadounidense por excelencia. Pero es en la siguiente generación donde la narrativa de Falwell se convierte a la vez en telenovela y cuento moral. La película cubre la caída en desgracia de Jerry Falwell Jr., que tras la muerte de su padre fue colocado en la presidencia del órgano conservador de la familia, la Liberty University. Allí pareció permanecer penosamente esclavo de sus apetitos. Escuchamos testimonios sobre su supuesta tendencia a beber en el trabajo y las entrevistas incómodas y embarulladas entre él y medios de comunicación afines, pero lo más importante es el testimonio de Giancarlo Granda. Granda trabajaba en la piscina de un hotel de Miami cuando conoció a Falwell y a su esposa, Becki, en 2012. Hoy alega que le convencieron para que mantuviera relaciones sexuales con Becki mientras Falwell miraba, y que la pareja mantuvo con él una campaña continua que podría describirse como coercitiva. Sus energías se consumían mientras luchaba contra comportamientos arbitrarios y a veces amenazantes, y culpa al remolino de escándalos que les rodeaba de haber descarrilado su futuro profesional. Granda, que habla con franqueza y sólo en ocasiones se muestra visiblemente emocionado, es su mejor defensor cuando describe a una pareja que, según él, ansiaba su cuerpo y estaba dispuesta a desechar el resto de su persona.
Atando cabos sobre las pretendidas historias de éxito inmobiliario destaparemos como la carrera de Donald Trump se transformó desde unos fracasos épicos a una marca consumada que le encumbró como un triunfador.