El documental es una poderosa descripción de la lucha de Vladimir Mukhin para resucitar una cocina rusa casi olvidada, yendo contra la tradición establecida. Prepárate para asombrosas imágenes de creaciones culinarias en su restaurante el Conejo Blanco, algunas de la cuales pueden inquietarte. Mukhin era la quinta generación de chefs de su familia, y empezó trabajando en la cocina de su padre preparando clásicos de la era soviética. Pero se rebeló, dejó su pequeña ciudad de Essentuki por Moscú, y se obsesionó con las técnicas modernas de cocina en Europa. Viajó a Francia para trabajar como chef ayudante de Christian Etienne, donde por fin encontró el camino para que la cocina rusa tuviera un sitio en la cocina moderna.
¿Como puede un chef entrenado en las mejores cocinas de Francia trasladar su alta cocina a la comida rápida? La obsesión de Ludo Lefebvre con las aves perfectamente cocinada pueden rastrearse hasta Francia, donde aprendió a dorar pollos. Su amor por la Norteamérica clásica se concretó en 1996 cuando llegó a Los Ángeles y comió el pollo frito de Kentucky por primera vez: 'Era la misma sensación'. La piel crujiente y la carne jugosa, y la brecha entre sus dos mundos se cerró. En este episodio aprenderemos como un francés se hizo famoso con un plato genuinamente norteamericano.
En 1940, Francia ha caído y Hitler ordena la Operación León Marino, la invasión de Gran Bretaña. Pero primero la Luftwaffe, la fuerza aérea alemana, debe derrotar a la RAF, la real fuerza aérea, para que una misión aerotransportada pueda tener éxito. En Julio de 1940 empieza una lucha épica sobre los cielos de Inglaterra. Solo un brillante sistema defensivo y la valentía de unos jóvenes pilotos se interpone en el camino de la Luftwaffe. Ola tras ola de bombarderos alemanes son atacados por las aeronaves británicas. Este episodio cuenta con la última entrevista de piloto de Spitfire más joven de la batalla, Geoffrey Wellum.
Mukhin era la quinta generación de chefs de su familia, y empezó trabajando en la cocina de su padre preparando clásicos de la era soviética. Pero se rebeló, dejó su pequeña ciudad de Essentuki por Moscú, y se obsesionó con las técnicas modernas de cocina en Europa. Viajó a Francia para trabajar como chef ayudante de Christian Etienne, donde por fin encontró el camino para que la cocina rusa tuviera un sitio en la cocina moderna.