De todos los objetos del Cosmos, planetas, estrellas y galaxias,ninguno es tan extraño, poderoso o misterioso como los agujeros negros. Pueden tragarse entera una estrella. Primero imaginados al teorizar, son la extraña solución a una ecuación, un enigma matemático. El mismo Einstein no podía aceptar su existencia como real y la gente no creyó en poder observar los agujeros negros durante muchos años. Lentamente, los científicos los investigaron observando los efectos que tenían en su entorno, y empezaron a surgir las evidencias de su existencia.
La dra Alice Roberts escudriña el imposible viaje a Australia de nuestros antepasados. Huellas milagrosamente preservadas y fósiles humanos muy antiguos enterrados sugieren un misterio: Que los humanos modernos alcanzaron Australia casi antes que ningún otro sitio. ¿Cómo pudieron haver viajado tan lejos de Africa, cruzando el océano abierto miles de años antes que lo hicieran en Europa? En India, nuevos descubrimientos en los restos de un super volcán desvelan que nuestra especie empezó el viaje mucho antes de lo que previamente se había pensado, y en Malasia, la genética apunta a una antigua pista aún detectable en el DNA de las tribus de hoy.
Es un misterio con el que la humanidad ha luchado por resolver desde el comienzo de la historia: ¿Es el espacio infinito o debe haber una gran frontera cósmica donde todo termina? Descubrimientos de la cosmología y de los telescopios espaciales sugieren que el Univeso tiene un tamaño finito y una forma definida. Si ésto es verdad, debe haber un límite en el Universo y que tras ese límite, podría existir un mundo más allá de nuestros sueños más salvajes.
En las profundidades de los bosques del norte de Italia se encuentra la preciada trufa blanca de Alba. Objeto de deseo por los mayores mecenas del mundo, sigue siendo un elemento al que rodea un extraño misterio. No puede ser cultivada ni hallada: los únicos del planeta que saben cómo desenterrarlas son un pequeño grupo de ancianos italianos que caminan con bastón, que tienen un endiablado sentido del humor y que sólo van a su búsqueda por la noche, para que no quede ningún rastro de su manera de trabajar. Aún así, este pequeño enclave provoca un enfebrecido mercado que abarca el mundo entero.
En los Andes bolivianos a una altura de casi 4.000 metros se levanta Tiwanaku, las ruinas de una ciudad de templos monolíticos. Construida por una civilización que dominó una amplia zona de Sudamérica, fue abandonada hace mil años. Durante siglos ha sido un misterio como floreció a tal altura una civilización y como se desvaneció. Investigaremos los orígenes de los Tiwanaku y encontraremos evidencias de un pueblo antiguo con una increible comprensión de su entorno, cuya religión se basaba en el esfuerzo colectivo y en beber cerveza de forma ritual
El mismo Einstein no podía aceptar su existencia como real y la gente no creyó en poder observar los agujeros negros durante muchos años. Lentamente, los científicos los investigaron observando los efectos que tenían en su entorno, y empezaron a surgir las evidencias de su existencia.