A las once en punto de la Nochevieja del Calendario Cósmico, surgió el Homo erectus, liberando sus manos y ganando para nuestra especie su nombre. Empezaron a explorar, a arriesgarse para llegar a nuevos lugares. Nuestros parientes los neardentales vivían y hacían muchas de las cosas que consideramos que son 'humanas'. Más inquietos que sus primos Neandertales y Denisovanos, nuestros antepasados Homo sapiens cruzaron océanos y paisajes despiadados, cambiando el paisaje y la atmósfera, hasta llegar a causar extinciones masivas. La comunidad científica le ha dado a esta era el nombre de 'Antropoceno'. Desde las primeras civilizaciones nos hemos preguntado si había algo en la naturaleza humana que contiene las semillas de nuestra propia destrucción. Syukuro Manabe nació en el Japón rural y tomó interés en la temperatura media global de la Tierra. Durante la década de 1960 reunión evidencias para predecir el incremento en la temperatura del planeta debido a los gases de efecto invernadero hasta que convertirlo en un lugar inhabitable y tóxico que podría conducir a nuestra extinción. 'Esto no tiene que pasar', nos dice Neil deGrasse Tyson, 'No es demasiado tarde. Hay otros caminos, otros futuros que aún podemos tener; encontraremos una manera'.
La solución al cambio climático requiere pasión, recursos y sentido de la urgencia, tres cualidades que Bill Gates claramente posee. Bill financió a una empresa llamada TerraPower para diseñar un reactor nuclear de una nueva clase. Luego de modelarla por computadora, la idea resultó prometedora. El nuevo diseño redujo la posibilidad de error humano. Alimentado con uranio no enriquecido, el reactor es como una llama de combustión lenta y requiere reabastecimiento sólo una vez cada diez años. Bill y su equipo piensan que por fin han encontrado la fuente de energía ideal. Un reactor limpio, eficiente, y, lo más importante, seguro.
Las regiones polares de nuestro planeta pueden parecernos inalcanzables. Pero no están lejos de nuestra influencia. Involuntariamente, nosotros estamos cambiando los mundos de hielo. Y estos cambios no solo afectarán a los polos, sino que a todo el planeta. En la implacable frontera del cambio climático, los osos polares, las morsas, las focas y los pingüinos están viendo su gélido Edén en peligro.
Todo lo que vive en tierra, sea animal o planta, depende del agua dulce. Aunque solo un porcentaje de ella está disponible: La mayor parte del agua dulce del planeta está congelada alrededor de los polos. Incluso lejos de las regiones polares, la mayoría del agua dulce se congela en invierno. La necesidad de agua dulce es tan fuerte como siempre. Sin embargo, su disponibilidad se está haciendo cada vez más impredecible e incierta para la mayoría de las especies. No estamos solos en la necesidad de agua, pero solo nosotros tenemos la capacidad de asegurar que el agua dulce del mundo fluya y solo nosotros podemos determinar cómo será compartida.
El último episodio examina la frágil interdependencia que existe entre los bosques y la amplia variedad de sus residentes que, entre otro muchos, incluyen el águila calva, los lobos y los tigres siberianos. Más de la mitad de los árboles del mundo, de hoja perenne y hoja caduca, se yerguen en grandes agrupaciones. Para muchos de nosotros, son lugares de misterio y oscuridad. Son fundamentales para nuestro clima y el hogar de incontables especies únicas. El bosque boreal contiene 750 mil millones de árboles, y almacena más del 40 % del carbono del mundo, lo que lo hace un elemento vital en la lucha contra el cambio climático. En el pasado, hemos destruido bosques sin pensarlo. Aun así, los bosques poseen una increíble capacidad de recuperación. Si elegimos entregarle a los bosques el tiempo y espacio que necesitan, podrían volver a envolver la tierra con gran parte de las ricas y variadas comunidades de animales y plantas que tan recientemente hemos robado. Un futuro con más bosques es la clave para la sostenibilidad de nuestro planeta.
Desde las primeras civilizaciones nos hemos preguntado si había algo en la naturaleza humana que contiene las semillas de nuestra propia destrucción. Syukuro Manabe nació en el Japón rural y tomó interés en la temperatura media global de la Tierra. Durante la década de 1960 reunión evidencias para predecir el incremento en la temperatura del planeta debido a los gases de efecto invernadero hasta que convertirlo en un lugar inhabitable y tóxico que podría conducir a nuestra extinción. 'Esto no tiene que pasar', nos dice Neil deGrasse Tyson, 'No es demasiado tarde. Hay otros caminos, otros futuros que aún podemos tener; encontraremos una manera'.