El Chicago Tribune, a finales de junio del 42, informa del asesinato masivo de judíos. Como muchos otros periódicos, el Tribune lo pone en la página 6 o 7 en un pequeño y diminuto artículo. O te lo pierdes, o si lo viste, dirías que los editores no creían que esto era verdad. Si pensaran que es verdad, estaría en las primeras páginas. Sólo algunos periódicos pusieron la historia en primera plana, incluido el Pittsburgh Courier. La idea dominante en el gobierno estadounidense es que cualquier acto de rescate será una desviación del esfuerzo bélico. Ambas cosas podrían haberse hecho al mismo tiempo. A pesar de eso, un grupo de funcionarios del gobierno apoya y financia las operaciones de rescate. Los soldados aliados comienzan a liberar campos de concentración y a encontrar fosas comunes. La opinión pública se da cuenta de la magnitud del Holocausto.
Rayos cósmicos capaces de destruir el ADN humano atraviesan el espacio exterior como balas subatómicas, causando daños por radiación a las tripulaciones espaciales. Los rayos cósmicos son intrusos alienígenas intergalácticos en nuestra Vía Láctea. Pero la fuente de su poder es un misterio. ¿Vienen de otras galaxias? ¿Provienen de cosas que hay entre las galaxias? ¿De dónde proceden los rayos cósmicos? La verdad es que de los más potentes no tenemos ni idea. La carrera está en marcha para resolver el misterio de las partículas más rápidas del universo.
Hay pruebas de que la materia oscura constituye el 85% de toda la materia del universo. Podemos ver cómo la materia oscura mantiene unidas las galaxias y desgarra otras estructuras, incluso vemos cómo curva la luz. La propia materia oscura ha existido desde el principio del universo. Sin ella, no estaríamos aquí. Pero si la materia oscura no se puede ver ni tocar, ¿existe realmente? Se cree que la materia oscura es el pegamento cósmico que mantiene unido el universo, pero su búsqueda sigue eludiendo a los científicos hoy en día.
La historia de la Tierra está marcada por una catástrofe cósmica tras otra, forjando el camino de la evolución hasta los humanos. Colisiones de asteroides y cometas, erupciones solares, extinciones masivas, explosiones de supernovas, bombardeos de rayos cósmicos. Lo que sea, lo hemos vivido. Es un milagro que estemos aquí. Ahora, los expertos exploran cómo la Tierra se ha tambaleado al borde de la destrucción.
Expertos exploran la difícil tarea de determinar la edad del cosmos. Comprender la edad del universo es fundamental para entenderlo. Está en el corazón de todo. Queremos saber cuánta masa tiene, cuánta energía contiene y cómo se comporta. Tenemos que precisar este número. La edad del universo no sólo nos permite comprender de dónde venimos, sino también, potencialmente, el destino del universo, lo que ocurrirá dentro de millones y miles de millones de años. La idea de que el universo creció a partir de una bola más pequeña que la cabeza de un alfiler es difícil de entender, pero averiguar cuándo ocurrió parece que debería ser más sencillo. Pero resulta que calcular la edad del universo es bastante complicado.
La idea dominante en el gobierno estadounidense es que cualquier acto de rescate será una desviación del esfuerzo bélico. Ambas cosas podrían haberse hecho al mismo tiempo. A pesar de eso, un grupo de funcionarios del gobierno apoya y financia las operaciones de rescate. Los soldados aliados comienzan a liberar campos de concentración y a encontrar fosas comunes. La opinión pública se da cuenta de la magnitud del Holocausto.