El centro de nuestra galaxia alberga un monstruo invisible de un poder inimaginable: un agujero negro supermasivo llamado estrella Sagitario A, con cuatro millones de veces la masa del Sol. Recientes avances astronómicos han confirmado no solo la existencia de agujeros negros como la estrella Sagitario A, sino que estos extraños objetos invisibles pueden ser los protagonistas galácticos definitivos. Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro. En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.
Seis hombres del medio oeste, todos ellos supervivientes de agresiones sexuales en su infancia a manos de sacerdotes y clérigos católicos, se reúnen para dirigir un experimento inspirado en la terapia teatral y diseñada para trabajar colectivamente su trauma. Como parte de un proceso cinematográfico radicalmente colaborativo, crean escenas ficticias basadas en recuerdos, sueños y experiencias, con el fin de explorar los rituales, la cultura y las jerarquías de la iglesia que permitieron el silencio en torno a sus abusos. Ante el fracaso del sistema legal, vemos a estos hombres reclamar los espacios que permitieron su agresión, revelando la posibilidad de catarsis y redención a través de una nueva fraternidad.
Siguiendo la exitosa serie 'Cosmos; Una Odisea en el Espacio y el Tiempo', Neil deGrasse Tyson vuelve a traducir las revelaciones de la Ciencia en una experiencia prodigiosa, llevando a la audiencia en una serie de viajes espirituales de exploración. La serie revela reinos inexplorados previamente, incluyendo mundos perdidos, mundos por venir y los mundos que los humanos podrían habitar. Ann Druyan, mujer y colaboradora de Carl Sagan, es la productora ejecutiva junto con Seth MacFarlane. El primer episodio llevará a los espectadores en un atrevido viaje con la Nave de la Imaginación hacia una aventura de miles de millones de años de duración, la evolución de la vida.
El tercer episodio nos muestra cómo empezó la vida en una ardiente y violenta Tierra y explora la historia detrás de Victor Goldschmidt, el hombre que encontró las primeras pistas de los comienzos de la vida en nuestro planeta. Neil deGrasse Tyson lleva a los espectadores en un viaje a través del espacio y el tiempo para ser testigos de la tenacidad y creatividad de la vida en la Tierra y las perspectivas de la vida a lo largo del universo.
Anochece en las llanuras de la reserva Masái Mara en Kenia, uno de los espacios naturales más protegidos de África. Es el hogar del animal terrestre más rápido del planeta, el guepardo. Siempre se ha considerado a este ágil felino como cazador diurno. Localiza a su presa a más de un kilómetro de distancia y la persigue a más de 100 km/h. En una de estas bellas llanuras, dos guepardos hermanos intentan cazar de noche a gran velocidad mientras una manada de fuertes hienas les sigue la pista.
Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro.
En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.