El documental, ambientado en Gran Bretaña después de la Segunda Guerra Mundial, analiza el espíritu del nuevo laborismo de la postguerra (1945-1951) y los cambios radicales bajo el gobierno de Clement Attlee, que fueron desmantelados a partir de 1979 por los gobiernos conservadores de Margaret Thatcher. Rodado con material de archivo y entrevistas sin narrador, el filme recuerda la pobreza endémica de la Gran Bretaña de entreguerras, el sentido de optimismo que siguió a la victoria en la Segunda Guerra Mundial y la expansión del estado del bienestar, la fundación del Servicio Público de Salud y la nacionalización de sectores importantes de la economía británica.
Rodado con material de archivo y entrevistas sin narrador, el filme recuerda la pobreza endémica de la Gran Bretaña de entreguerras, el sentido de optimismo que siguió a la victoria en la Segunda Guerra Mundial y la expansión del estado del bienestar, la fundación del Servicio Público de Salud y la nacionalización de sectores importantes de la economía británica.