Devastado por la muerte de su padre, un Michael Jordan mentalmente exhausto se retira del baloncesto en 1993. Los Chicago Bulls dejan a Scottie Pippen el papel de liderar al equipo. En 1998, Jerry Krause confirma que este será el último año de Phil Jackson como entrenador de los Bulls.

el libro de Sam Smith 'Las Reglas de Jordan' expone el lado oscuro de la competitividad de MIchael Jordan, y surgen preguntas sobre si tiene una adicción al juego, pero Jordan permanece concentrado en ganar un nuevo título en 1993. Manejar los inconvenientes de la fama e intentar completar el ganar tres campeonatos seguidos dejan a Jordan exhausto y aislado.

Desde las zapatillas Air Jordan y el eslogan 'Be Like Mike', pasando por la finales NBA de 1992 y el primer Drem Team olímpico en Barcelona 92, Michael Jordan llega a convertirse en un icono cultural global como ningún otro. Pero su reputación sufre después de que rehusara apoyar públicamente al candidato al Senado norteamericano Harvey Grant.
Un joven escolta de los Lakers llamado Kobe Bryant causa una gran impresión en el All-Star Game de 1998 y forja desde entonces un vínculo con Jordan.

Phil Jackson trae una nueva filosofía a los Chicago Bulls después de reemplazar a Doug Collins, y lleva al equipo al siguiente nivel. Jackson no solo se las arregla para conectar a un nivel profundo con los jugadores, también implanta la ofensiva en triángulo, clave en la dinastía deportiva de los Bulls.
El equipo finalmente elimina a los Detroit Pistons en las finales de la conferencia Este de 1991 y se gana un puesto en la final. Pero aparece la polémica cuando los jugadores de los Pistons se van de la cancha antes del fin del partido sin saludar a sus rivales al final del encuentro.

En este episodio veremos como Scottie Pippen asciende desde la oscuridad para llegar a ser uno de los mejores jugadores de la NBA. También como una lesión temprana en la carrera de Michael Jordan sembró la desconfianza en la dirección de los Chicago Bulls. Scottie Pippen siguió un camino poco habitual hacia la NBA, creciendo hasta llegar a ser una estrella en Central Arkansas. Pippen se ganó la confianza de Jordan y encontró su papel perfecto como un alero y defensor de élite, pero su frustración frente a la dirección de los Bulls por su contrato le condujo a una petición de traspaso en 1997.