El sultán otomano Mehmed II emprende una campaña épica para tomar la capital bizantina de Constantinopla. Veintitrés ejércitos han intentado tomar la legendaria ciudad y todos han fracasado. De la carnicería, un gobernante saldrá victorioso y marcará el curso de la historia durante siglos. Para que un imperio se eleve, otro debe caer. Los otomanos, antiguos señores de la guerra y nómadas de Anatolia que han construido un floreciente imperio, son la mayor amenaza para los 1.100 años del Imperio Romano de oriente. La muerte del sultán otomano Murad II en 1451 desencadena una cadena de acontecimientos que pronto llevará a otomanos y romanos al borde de la guerra. Tras reclamar el trono otomano, Mehmed II envía una señal inequívoca al emperador bizantino Constantino XI.
En la primera temporada de ‘El gran Imperio Otomano’, que pronto estará disponible en nuestro sitio web, el sultán Mehmed II ganó la batalla por la conquista de la gran ciudad de Constantinopla. Ocho años después, Mehmed disfruta del poder de su reinado sobre el Imperio Otomano y ostenta una tremenda reputación en todo el mundo. Sus ojos miran ahora hacia occidente, con la ambición de hacerse con el control de toda Europa. Sin embargo, hay una piedra en su zapato en forma de Vlad Drácula, el Voivoda de Valaquia, un estado vasallo de los turcos. La segunda temporada narra el enfrentamiento entre Mehmed y Vlad, en el que ambas figuras históricas se enfrentarán en una feroz y recordada batalla. En el primer episodio, Vlad y su hermano Radu fueron dejados por su padre al cuidado de Mehmed I, como garantía de que no traicionaría al sultán y no ayudaría a los húngaros, algo que se sospechaba mucho. Con el tiempo, Vlad llegó a ser coronado en el trono de Valaquia y su exaltación y arrogancia, así como el resentimiento contra el sultán y su imperio, le llevaron a desafiarlo. Cuando la amenaza de su rebelión se hizo más grande que nunca, Mehmed se preparó para la batalla y movilizó su poderosa máquina de guerra para derrotarlo.
Andrew Graham-Dixon viaja a Estambul para sumergirse en el tumultuoso mundo del Imperio Bizantino. Decodifica la iconografía y el arte de este período y su relevancia
El emperador Constanino trajo el Cristianismo al mundo occidental. En el año 312 después de Cristo, Roma estaba en crisis. El imperio se había dividido en cuatro partes, cada una de ellas con su propio emperador que luchaba con el otro. Constantino intervino y reunificó Roma, usando el poder militar y una nueva religión: El Cristianismo.
Los otomanos, antiguos señores de la guerra y nómadas de Anatolia que han construido un floreciente imperio, son la mayor amenaza para los 1.100 años del Imperio Romano de oriente. La muerte del sultán otomano Murad II en 1451 desencadena una cadena de acontecimientos que pronto llevará a otomanos y romanos al borde de la guerra. Tras reclamar el trono otomano, Mehmed II envía una señal inequívoca al emperador bizantino Constantino XI.