Con otra feroz temporada a punto de concluir, Mercedes y Red Bull se ven las caras en una carrera crucial en la que el ganador se lo lleva absolutamente todo.
Desde Silverstone, el campeonato ha subido de intensidad más y más. Para Max Verstappen, es cuestión de vida o muerte. Quedan pocas carreras, así que los pilotos que necesitan obtener alguna ventaja sobre sus rivales se preparan para luchar con el cuchillo entre los dientes.
Corren rumores sobre un prometedor piloto que podría unirse a Hamilton en el equipo Mercedes, lo que dejaría a Valtteri Bottas sin su puesto. Aparentemente atrapado en la crisis de un contrato por un año que se acaba, esta vez el finlandés Bottas tiene al chico de oro del Mercedes, George Russell, sintiendo su aliento en la nuca. El joven británico quiere desesperadamente el puesto del finlandes, y las cosas llegan a un punto crítico cuando los dos chocan en el circuito de Imola. Un escándalo. Sin embargo, Valtteri Bottas no puede resistir lo inevitable, y después de que George Russell colocara su coche en la primera línea de salida en el circuito de Spa, mientras que el finlandés solo pudo lograr el octavo lugar, todo parece haber terminado. Toto Wolff le dice a Russell que tiene el puesto de Mercedes en una escena extremadamente escenificada.
Derrochan puro talento, ¿pero serán capaces de soportar la presión? Ahora, Yuki Tsunoda y Esteban Ocon deben navegar o hundirse en las turbulentas aguas de la Fórmula 1. Yuki Tsunoda tuvo que mudarse de Tokio a Milton Keynes, y los coches de la Fórmula 1 le están resultando un poco más difíciles de pilotar que la máquina de la Fórmula 2 en la que ganó la competición. Esteban Ocon forma parte del equipo de Alpine, y consigue absorber la presión para terminar ganando el Gran Premio de Hungría.
Este episodio es todo sobre el legendario equipo Williams Racing, ahora con una nueva dirección y buscando dejar atrás sus recientes problemas y volver a ser sinónimo de grandeza. Después de más de cuarenta años en la F1, la familia por la que el equipo toma el nombre lo ha vendido, y Dorilton Capital ha entrado y está marcando los cambios. Han puesto a un hombre de las carreras para que lo maneje: el ex director de Volkswagen WRC, Jost Capito. El nuevo jefe pronto comienza a segar al equipo con una despiadada eficiencia alemana. George Russell pronto también se pone a tono, y se une al maestro para informar, diciendo que algunos miembros del equipo deben recibir un empujón. El equipo logra anotar un valiente octavo y noveno puesto en Budapest. El nuevo régimen se está en marcha.