Durante los años 1964-1969 ambos bandos planeaban poner un hombre en la Luna. Mientras los soviéticos se esforzaban los norteamericanos se adelantaban con el Proyecto Gemini. Luego vino el desastre del fuego del Apollo 1. El programa espacial soviético sufrió su propio golpe: Sergei Korolev moría cuando su corazón fallaba en el quirófano, el Soyuz 1 se estrellaba y mataba al cosmonauta Vladimir Komarov, y su cohete para alunizar, el N-1, fallaba en su lanzamiento. En Norteamérica, von Braun tenía dificultades con el Saturno V, pero las solucionaron y el cohete se lanzó con la primera misión lunar tripulada, el Apollo 8, y el primer alunizaje de un hombre con el Apollo 11.
Podría haber una especie por descubrir en la Tierra diferente a todo lo que conocemos. ¡El Océano mismo! Su cuerpo se alarga miles de kilómetros. Su corazón late con un pulso cada mil años. Podría tener incluso un sistema inmune. Los residentes del océano podrían colectivamente formar un super-organismo. Un reciente hallazgo sugiere que el océano es un ser viviente capaz de pensar. Si esto es así, ¿qué pensará de nosotros?
César, el más famoso de todos los romanos. Encantador, despiadado, oportunista y brillante, él depuso una república de 500 años de antigüedad e inauguró la era de los emperadores.