El centro de nuestra galaxia alberga un monstruo invisible de un poder inimaginable: un agujero negro supermasivo llamado estrella Sagitario A, con cuatro millones de veces la masa del Sol. Recientes avances astronómicos han confirmado no solo la existencia de agujeros negros como la estrella Sagitario A, sino que estos extraños objetos invisibles pueden ser los protagonistas galácticos definitivos. Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro. En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.
El profesor Brian Cox cuenta la historia de la fuerza que esculpe el universo por enter, la Gravedad. La Gravedad parece tan familiar y sin embargo es una de las fuerzas más extrañas y sorprendentes del universo. Es el gran director de orquesta del cosmos y dicta nuestra órbita alrededor del sol y la del sol en la Vía Láctea. Su paradoja es su relativa poca fuerza comparada con el papel que juega en los fenómenos más extraordinarios del universo, como en las estrellas de neutrones, con una gravedad miles de millones de veces la de la tierra. El estudio para comprender la gravedad nos ha permitido comprender algunas de las maravillas del universo.
El profesor Brian Cox se encara con el lado oscuro de la ciencia preguntando porqué, cuando la ciencia ha hecho tanto por nosotros, tiene tan mala prensa. Hablaremos del Monstruo de Frankestein real, George Foster, cuyo cuerpo sufrió experimentos eléctricos después de su ejecución. Cox se enfrenta a la idea de que la ciencia puede ir demasiado lejos. Desde la bomba atómica a la modificación genética.
¿Podría tener la fusión nuclear la respuesta el problema energético? Es el proceso que ha forjado toda la materia del universo. Ilumina las estrellas y transforma los átomos más ligeros que se formaron en el Big Bang en átomos más pesados. ¿Serán capaces los científicos de poder aprovechar la energía de fusión y lograr energía abundante, barata y limpia?" En 'Cómo construir una estrella en la Tierra', Brian Cox va más allá de la mirada de nuestro Sol para revelar las fuerzas ocultas que proporcionan su poder. Descubre cómo esta energía de fusión ha mantenido nuestra estrella más cercana ardiendo durante cinco mil millones de años. Brian cree que la humanidad debe construir una estrella en la Tierra para asegurar su supervivencia.
El profesor Brian Cox examina cómo en un universo hecho de estrellas, rocas y un espacio sin límites, nació una civilización. Después de bucear en una estación espacial sumergida llegará al gran valle del Rift en Etiopía donde se encotrará con los babuino gelada, unos parientes lejanos de los seres humanos. Investigaremos cómo nuestros ancestros una vez se extendieron por todo el continente africano pero al final dieron paso a la moderna humanidad, que se expandió por toda la Tierra
Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro.
En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.