Explora como nunca antes con David Attenborough las maravillas de un mundo largamente perdido en esta épica serie. Viaja 66 millones de años al pasado, cuando majestuosos dinosaurios y extraordinarias criaturas recorrían las tierras, los mares y los cielos. En el primer episodio, una Tuarangisaurio preñada está en apuros y su cría puede sentirlo mientras recorre las aguas que son el hogar de los depredadores más mortíferos del océano.
En el segundo episodio, veremos a unos machos de dreadnoughtus competir por el derecho a aparearse. Unos lagartos son cazados por un velociraptor entre un grupo de tarbosaurios dormidos. Un Mononykus busca termitas e investiga nuevas opciones alimenticias tras una breve tormenta. Varios tipos de dinosaurios se congregan en torno a un abrevadero en Mongolia. Por encima de los desiertos del norte de África, se produce un combate aéreo cuando unos pterosaurios macho luchan por la atención de las hembras que se encuentran abajo. Una manada de secernosaurios desafía las duras dunas de yeso en busca de alimento.
Desvelaremos como los pájaros tomaron los cielos. En México, Sir David Attenborough observa a los murciélagos cazados por un halcón. Los Pterosaurios fueron los precursores de los pájaros, pero los insectos ya habían desarrollado el vuelo 150 millones de años antes. En las formas primitivas de los pájaros, como el archaeopteryx, se pueden trazar los ancestros reptilianos. Algunas especies actuales, como el lagarto volador, muestra como pudo suceder esta evolución. Uno de los pájaros más grandes que existieron fué el Pájaro del Terror, que midió 2.5 metros." Probablemente fue el evitar a los predadores lo que condujo a los pájaros al aire. Los que perdieron la capacidad de volar por falta de enemigos suelen habitar en islas, como Nueva Zelanda, donde el Moa, otro gran pájaro ya desapareció. Descubriremos la enorme variedad y versatilidad de las aves que habitan allí.
En el primer episodio, una Tuarangisaurio preñada está en apuros y su cría puede sentirlo mientras recorre las aguas que son el hogar de los depredadores más mortíferos del océano.