La serie, con los últimos adelantos en técnicas de animación por ordenador, aplica las leyes de la vida en la tierra al resto de la galazia, uniendo los hechos con la ciencia ficción para intentar adivinar como sería la vida en otros planetas. En el prólogo, el astrónomo Didier Queloz nos explica los descubrimientos en materia de exoplanetas y cómo son analizados. En el primer episodio el mundo imaginario es Atlas, un planeta con más gravedad que la tierra y una atmósfera más densa, que permite la existencia de criatura voladoras. Explicando los seres que habitan Atlas, veremos aspectos de la vida en nuestro planeta.
¿Llega la riqueza sólo por estar en el momento adecuado, en el lugar adecuado? ¿Son los pobres víctimas de un sistema diseñado para mantenerlos abajo? ¿O determinan la biología y la física quién es rico y quién es pobre? A través de la historia, la distibución de la riqueza está gobernada por fuerzas ocultas: el ADN, el estrés ambiental, los patrones de migración humana e incluso ¡las leyes de la termodinámica! La Naturaleza parece demandar ganadores y perdedores. ¿Pero esto significa que la avaricia es la reina y que el rico puede coger lo que quiera? ¿O es la cooperación entre organismos más esencial para la supervivencia de una especie?
El quinto programa explora las alianzas que se forman entre los reinos animal, de los hongos y el vegetal. Algunas acacias son protegidas por hormigas, que defienden su refugio de predadores y son recompensadas con néctar y proteínas. Los hongos se alimentan de plantas pero también proveen nutrientes esenciales. Los líquenes son el producto de la relación de un hongo y un alga. La rafflesia no tiene tronco ni hojas, y solo emerge de su huésped para florecer y producir la flor simple más grande, de un metro de diámetro.
El cuarto episodio examina cómo las plantas comparten armoniosamente su entorno o compiten por el dominio. Attenborough destaca el huracán de 1987 y la devastación que causó. Sin embargo, fue una oportunidad para algunas especies que habían permanecido en estado latente durante muchos años. Los bosques tropicales son de color verde durante todo el año, por lo que es necesaria la fuerza bruta para una subida exitosa a la cima de la foresta. El ratán es un ejemplo, ya que tiene el tallo más largo de todas las plantas. Como su nombre indica, el higo estrangulador "ahoga" a su huésped por su crecimiento alrededor que cortando el agua y la luz esenciales. Algunos pueden tomar ventaja de un árbol caído echando raíces en el tronco ahora horizontal y conseguir nutrientes de los musgos y de los hongos establecidos en la corteza muerta. El Eucalipto crece tan alto, que la regeneración se convierte en un problema considerable. Es fácilmente inflamable, por lo que su solución es arrojar sus semillas durante los incendios forestales y sacrificarse. Por lo tanto, se basa en la destrucción casi periódica de su entorno con el fin de sobrevivir. Attenborough observa que catástrofes como incendios y sequías, aunque inicialmente son perjudiciales para la vida silvestre, con el tiempo permiten renacer hábitats.
Adam Rutherford conoce a una nueva criatura creada por científicos norteamericanos, la cabra-araña. Es en parte cabra, en parte araña y su leche puede ser usada para crear tela de araña artificial. Es parte de un nuevo campo en la investigación, la biología sintética, con un objetivo radical: descomponer la naturaleza en piezas de repuesto para que podamos reconstruirla donde queramos". Esta tecnología ya está siendo usada para fabricar bio-diesel para mover los coches. Otros investigadores están buscando que podamos un día controlar las emociones humanas enviando 'máquinas biológicas' a nuestros cerebros.
En el primer episodio el mundo imaginario es Atlas, un planeta con más gravedad que la tierra y una atmósfera más densa, que permite la existencia de criatura voladoras. Explicando los seres que habitan Atlas, veremos aspectos de la vida en nuestro planeta.