Vida salvaje

Cuando el sol de Junio empieza ponerse en un río de Hungría, masas de formas espectrales emergen de sus capsulas larvarias pro primera vez. Son miles de moscas efímeras. De las acrobacias de las moscas cernidoras a la migración en masa de las mariposas púrpura de Taiwan, se cuenta los primeros insectos pioneros que volaron.

Hace cerca de 340 millones de años una familia completamente nueva de animales evolucionaba en pantanos primitivos. Habrían de dar un paso más que los anfibios que habían emergido en tierra firme antes. Ellos finalmente cortaron definitivamente su vínculo con el agua. Fueron los ancestros de los lagartos actuales. Desarrollaron pieles escamosas e impermeables y se mudaron hacia las selvas. Se diversificaron en una multitud de diferentes formas y tamaños. Desarrollaron sistemas de señas para comunicarse. Y disputaron como lo hacen todos los animales por hembras y por territorio. Para alimentarse cazaron insectos que ya estaban bien establecidos en tierra, en gran número. Alimentaron su cuerpo también con calor que obtuvieron directamente del Sol. Gracias a la diversidad se extendieron a los hábitats más rigurosos, a los calcinantes desiertos secos que llegarían a dominar.

En el lejano sureste de Japón hay una cadena de islas que se extienden hacia los trópicos, un lugar donde toda la vida está influenciada por el poder del mar y donde los volcanes y los tifones son fuerzas con las que tratar. Recorriendo todo el archipiélago del sur, revelaremos historias inesperadas de aislamiento, vida salvaje única y misterios por resolver.

Los laureados fotógrafos naturales Jonathan y Angela Scott nos presentan el mundo de los grandes felinos del Masai Mara y su lucha por la supervivencia.

Desde las junglas lluviosas a los desiertos secos, los anfibios han colonizado infinitos hábitats. Fueron los primeros vertebrados que rompieron sus lazos con el agua para invadir los continentes. El segundo episodio de la serie se sumerge en la extraordinaria vida de los anfibios, incluyendo ranas marsupiales, que portan sus crías en oquedades de su piel, salamandras gigantes de un metro de longitud y espectaculares tritones que que no tienen nada que envidiar a los pájaros del paraíso.