El sultán otomano Mehmed II emprende una campaña épica para tomar la capital bizantina de Constantinopla. Veintitrés ejércitos han intentado tomar la legendaria ciudad y todos han fracasado. De la carnicería, un gobernante saldrá victorioso y marcará el curso de la historia durante siglos. Para que un imperio se eleve, otro debe caer. Los otomanos, antiguos señores de la guerra y nómadas de Anatolia que han construido un floreciente imperio, son la mayor amenaza para los 1.100 años del Imperio Romano de oriente. La muerte del sultán otomano Murad II en 1451 desencadena una cadena de acontecimientos que pronto llevará a otomanos y romanos al borde de la guerra. Tras reclamar el trono otomano, Mehmed II envía una señal inequívoca al emperador bizantino Constantino XI.
Mehmed II envía sus tropas de élite contra las defensas del emperador Constantino a lo largo de las antiguas murallas de piedra de la ciudad. Los defensores, dirigidos por el soldado italiano Giovanni Giustiniani, repelen todos los ataques. Los hombres de Mehmed excavan túneles subterráneos en un intento de destruir las murallas. Las tornas se vuelven en contra de los otomanos cuando se produce un bloqueo naval.
Es el momento en el que ambas partes se dan cuenta de que no se pedirá ni se dará cuartel. Rendirse ya ni siquiera es una opción. Estás en esto hasta el final. O mueres o triunfas, y no hay otra alternativa. En medio de una espiral de brutalidad y baja moral, Mehmed le hace una tentadora oferta a Giustiniani. El gran visir insta a Mehmed a buscar una tregua con su rival.
Abril de 1453. El sultán Mehmed II desencadena un ataque de artillería sin precedentes en el mundo contra Constantinopla. Es la mayor concentración de cañones que se había visto en un solo lugar. La monumental tarea de mantener a los otomanos fuera de Constantinopla recae sobre los hombros del soldado genovés de fortuna Giovanni Giustiniani. Él y sus hombres deben defender 14 millas de murallas. Mehmed lanza sus ambiciosos planes para atravesar las murallas de Constantinopla, pero los mercenarios de Giustiniani consiguen contrarrestar los ataques.
El sitio de Constantinopla por el sultán Mehmed II entra en su tercera semana. Los equipos de artillería de Mehmed continúan su implacable bombardeo de las murallas de Constantinopla. Después de que su armada sufra una derrota devastadora, Mehmed traslada sus barcos por tierra hasta el Cuerno de Oro en una hazaña audaz y visionaria. A la sombra de la traición, Giustiniani ataca a la flota otomana.
Los otomanos, antiguos señores de la guerra y nómadas de Anatolia que han construido un floreciente imperio, son la mayor amenaza para los 1.100 años del Imperio Romano de oriente. La muerte del sultán otomano Murad II en 1451 desencadena una cadena de acontecimientos que pronto llevará a otomanos y romanos al borde de la guerra. Tras reclamar el trono otomano, Mehmed II envía una señal inequívoca al emperador bizantino Constantino XI.