La psicología moral no siempre es fácil de estudiar. Los experimentos en escenarios que parecen reales pueden arrojar resultados más certeros, pero se deben sopesar los beneficios de posibles descubrimientos y la seguridad y el bienestar de los sujetos de estudio. A menudo lo que descubrimos a partir de los experimentos psicológicos no nos hace quedar bien. Somos seres imperfectos. Pero cuanto más sepamos sobre por qué tomamos ciertas decisiones morales, mejor abordaremos las preguntas difíciles en un futuro.
Una sola neurona no puede pensar, no es consciente, pero si suman algunas neuronas más, y otras más, y las vamos conectando, al final el conjunto será capaz de pensar, experimentar emociones, tener opiniones, desarrollar una personalidad y saber que existe. ¿Cómo pueden crearse cosas tan complejas con ingredientes tan simples? Responder esa pregunta nos lleva a saber quiénes somos y cómo fuimos creados. Hoy, usaremos lo que la neurociencia sabe a día de hoy para hacer que una ciudad funcione como un cerebro, utilizando a los habitantes como neuronas.
Nuestra relación con la destrucción no es sencilla. Puede liberar endorfinas y relajar la mente. Puede ayudarnos a regular las reacciones emocionales, pero puede amplificar nuestro enfado. ¿Puede calmarnos el romper violentamente cosas? ¿O simplemente volvernos más agresivos? Descúbrelo con Michael Stevens investigando sobre nuestro impulso para destruir.
Todo el mundo quiere ser capaz de elegir pero, ¿quién hace realmente esas elecciones? ¿Y queremos realmente tener más opciones? Michael Stevens lo investigará mientras explora nuestra capacidad de decidir.
En lo que respecta a las ilusiones, las ilusiones ópticas se llevan el protagonismo. Pero todo el cuerpo puede ser engañado, y así ser engañado el cerebro. ¿Que es palpar? ¿Es real o solo está en nuestras cabezas? Michael Stevens intentará averiguarlo.
Somos seres imperfectos. Pero cuanto más sepamos sobre por qué tomamos ciertas decisiones morales, mejor abordaremos las preguntas difíciles en un futuro.