El último episodio explora la Mescalina, la molécula psicoactiva del cactus San Pedro y del peyote, una medicina sagrada por cuyo uso los indígenas americanos han tenido que luchar. En las prácticas indígenas siempre hay un anciano, alguien que conoce muy bien el territorio, que preside. Suele haber un grupo, una comunidad involucrada, siempre hay una intención, un propósito en lo que se hace, y se trata como algo sagrado, con el fin de alcanzar estados alterados de conciencia, que contribuyen a la adoración de diversas maneras, o a la celebración o a la curación. Pero quizá todo esto no sea tan nuevo para la cultura occidental después de todo. En las antiguas historias griegas de Eleusis, las personas que se iniciaban allí recibían la bebida, el Ciceón, y luego tenían la iluminación. La receta exacta es un misterio, pero sabemos que el Ciceón era un brebaje psicoactivo que se utilizaba en los misterios de Eleusis, un ritual anual sagrado de iluminación practicado por algunas de las mentes más grandes del mundo, como Sócrates, Platón y Aristóteles. ¿Por qué se acabó este ritual hace más de 1.000 años? ¿Acaso la posibilidad de iluminarse o de alcanzar una conciencia superior se consideraba una amenaza para los poderes fácticos? ¿Han sido las guerras de la droga una mera extensión de ese miedo? Los psicodélicos tienen un papel importante en cómo podemos sanar como comunidad, cómo podemos sanar como ciudad y cómo podemos sanar como país. El actual renacimiento de los psicodélicos no podría llegar en mejor momento, ya que el mundo se enfrenta a una crisis de salud mental. Pero los psicodélicos tienen mucho que ofrecer. La experiencia psicodélica cambia la mente de maneras que ayudarán a los científicos a entender mejor su funcionamiento. Todos estos estados alterados nos permiten indagar en lo que es el mayor misterio de toda la naturaleza: La aparición a partir de la mera materia de algo tan milagroso como la conciencia. Pero una cuestión aún más importante es si los psicodélicos podrían ayudarnos a abordar la crisis medioambiental de cómo pensamos en nuestro lugar en la naturaleza. Uno de los mayores regalos de los psicodélicos es cómo reaniman el mundo natural, permitiéndonos percibir el sujeto, el espíritu de todas las especies, no sólo la nuestra. Y sentir una sensación más profunda de interconexión con la naturaleza.
Los nazis habían perseguido implacablemente a los judíos alemanes y austriacos y redujeron sus derechos, expropiaron sus bienes, estrangularon sus medios de vida y los declararon parásitos, no ciudadanos. Y la noche
del 9 de noviembre de 1938, en la Kristallnacht, la Noche de los Cristales Rotos, Hitler desató turbas nazis contra los judíos en ciudades y pueblos de toda la recién expandida Alemania, con golpes, incendios, violaciones y asesinatos, con la esperanza de expulsarlos a todos de su país. Cientos de miles de judíos alemanes y austriacos ahora estaban desesperados por escapar de los nazis. Sabían que su única esperanza era huir a países europeos amigos o cruzar el océano hacia los Estados Unidos. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, los estadounidenses están divididos sobre si intervenir o no contra Alemania. Algunas personas y organizaciones trabajan incansablemente para ayudar a escapar a los refugiados. Alemania invade la URSS e inicia en secreto el asesinato masivo de judíos europeos.
El Chicago Tribune, a finales de junio del 42, informa del asesinato masivo de judíos. Como muchos otros periódicos, el Tribune lo pone en la página 6 o 7 en un pequeño y diminuto artículo. O te lo pierdes, o si lo viste, dirías que los editores no creían que esto era verdad. Si pensaran que es verdad, estaría en las primeras páginas. Sólo algunos periódicos pusieron la historia en primera plana, incluido el Pittsburgh Courier. La idea dominante en el gobierno estadounidense es que cualquier acto de rescate será una desviación del esfuerzo bélico. Ambas cosas podrían haberse hecho al mismo tiempo. A pesar de eso, un grupo de funcionarios del gobierno apoya y financia las operaciones de rescate. Los soldados aliados comienzan a liberar campos de concentración y a encontrar fosas comunes. La opinión pública se da cuenta de la magnitud del Holocausto.
Cuando Vlad Drácula mató a los mensajeros del dultám Mehmed II, fue una declaración de que no pagaría más sus tributos anuales y dejaba claro que Vlad quería una guerra contra Mehmed. Entonces el sultan envió a Mara para convencer al rey húngaro Matthias Corvinus de una alianza. El ejército de Vlad Drácula contaba con menos de 30.000 hombres, pero invadió Bulgaria y empezó a matar a los hombres de Mehmed en 1462. Robaba y usaba los uniformes de los otomanos para sus ataques contra el imperio. Vlad también destruyó muchos puertos que estaban bajo el sultán Mehmed II en el Danubio. El sultán Mehmed II tenía que cruzar el Danubio para llegar a la capital de Valaquia, Târgoviște, y derrotar a Vlad. Mehmed se enfrentó al reto de transportar 100.000 hombres a través del río. Junto con los hombres, tuvo que transportar también cañones y caballos. La primera unidad en cruzar el río Danubio incluía a Mahmud Pasha, que era el hombre de mayor confianza de Mehmed II. Se avecina una batalla épica a lo largo del río Danubio, y Vlad lleva las de ganar.
Cuando Mahmud Pasha y sus hombres cruzaban el río por la noche, Vlad Drácula inició su primer ataque contra los otomanos. Sin embargo, Mehmed II fue lo suficientemente inteligente como para saber que Vlad los estaría esperando. Mehmed II contraataca al ejército de Vlad, y aquí vemos la primera gran batalla. Tras su victoria, las tropas de Mehmed avanzan hacia Valaquia, y Vlad emplea tácticas de guerrilla para debilitar a su rival. En un momento dado, Vlad Drácula liberó a algunos criminales con tuberculosis y peste bubónica y envió a estos infectados al campamento otomano por la noche, lo que es considerado por los expertos como una de las primeras prácticas de guerra biológica. Mientras tanto, una amenaza acecha en el palacio imperial.
Pero quizá todo esto no sea tan nuevo para la cultura occidental después de todo. En las antiguas historias griegas de Eleusis, las personas que se iniciaban allí recibían la bebida, el Ciceón, y luego tenían la iluminación. La receta exacta es un misterio, pero sabemos que el Ciceón era un brebaje psicoactivo que se utilizaba en los misterios de Eleusis, un ritual anual sagrado de iluminación practicado por algunas de las mentes más grandes del mundo, como Sócrates, Platón y Aristóteles. ¿Por qué se acabó este ritual hace más de 1.000 años? ¿Acaso la posibilidad de iluminarse o de alcanzar una conciencia superior se consideraba una amenaza para los poderes fácticos? ¿Han sido las guerras de la droga una mera extensión de ese miedo?
Los psicodélicos tienen un papel importante en cómo podemos sanar como comunidad, cómo podemos sanar como ciudad y cómo podemos sanar como país. El actual renacimiento de los psicodélicos no podría llegar en mejor momento, ya que el mundo se enfrenta a una crisis de salud mental. Pero los psicodélicos tienen mucho que ofrecer. La experiencia psicodélica cambia la mente de maneras que ayudarán a los científicos a entender mejor su funcionamiento. Todos estos estados alterados nos permiten indagar en lo que es el mayor misterio de toda la naturaleza: La aparición a partir de la mera materia de algo tan milagroso como la conciencia. Pero una cuestión aún más importante es si los psicodélicos podrían ayudarnos a abordar la crisis medioambiental de cómo pensamos en nuestro lugar en la naturaleza. Uno de los mayores regalos de los psicodélicos es cómo reaniman el mundo natural, permitiéndonos percibir el sujeto, el espíritu de todas las especies, no sólo la nuestra. Y sentir una sensación más profunda de interconexión con la naturaleza.