Zachary Quinto se dispone a investigar sobre las criaturas más extrañas descubiertas en las profundidades del océano y a ver si se pueden relacionar con los monstruos marinos de mitos y leyendas. En Australia se encontrará con un adolescente que fue salvajemente atacado por en enjambre de extraños peces devoradores de carne y el siguiente día saltó al agua entre las criaturas marinas más venenosas. Desde los enormes peces carnívoros de los ríos norteamericanos a los monstruos sin ojos del océano Atlántico, Zachary encuentra algún crédito en las viejas historias de monstruos marinos y empieza a comprender lo que significa que conocemos menos del 1% de lo que nos espera en los abismos del océano.
César acampa su ejército en la Galia cerca de la frontera italiana. Sus enemigos temen que haga algo que ningún general romano has hecho: Cruzar el Rubicón para entrar en Roma con su ejército. César envía a Marco Antonio para negociar con Pompeyo. Entre tanto, Lucio llega a la ciudad para reunirse con su esposa y Tito consigue licor, juegos y sexo. Mientras Pompeyo presiona al Senado, la imprudencia de Tito precipitará la guerra.
Ante la proximidad de las tropas de Julio César, Pompeyo ordena una retirada y fuerza a los ciudadadanos a elegir bando, dividiendo claramente a Roma entre sus partidarios y los de su enemigo. Atia también actuará en contra de aquellos que interfieren en sus planes.
Mientras Pompeyo se concentra en recuperar el oro del tesoro romano, César trata de comprar el beneplácito de los dioses. El secreto de Niobe se ve amenazado por su hermana. Lucio inicia un negocio y una nueva vida. Atia organiza una fiesta para su triunfante tío, pero ve que Julio César no le prestará la atención que esperaba.
Mientras César evalúa la oferta de Pompeyo, Marco Antonio insiste en ir a la guerra. Lucio se ve obligado a reconsiderar su carrera como hombre de negocios. Tito es contratado como tutor de Octavio, pero el soldado también aprenderá varias lecciones del ingenioso joven. Atia planea como obstaculizar la relación entre César y Servilia.
Desde los enormes peces carnívoros de los ríos norteamericanos a los monstruos sin ojos del océano Atlántico, Zachary encuentra algún crédito en las viejas historias de monstruos marinos y empieza a comprender lo que significa que conocemos menos del 1% de lo que nos espera en los abismos del océano.