En 1985, el agente estadounidense de la DEA Enrique 'Kiki' Camarena fue secuestrado, torturado y asesinado por los narcotraficantes más peligrosos de México. Treinta y cinco años después, tres antiguos integrantes del cártel revelan detalles por primera vez conocidos. A través de entrevistas inéditas, esta es la historia de Camarena, del cártel de la droga en el que se infiltró y del hombre que lo arriesgó todo para descubrir la verdad. En el primer episodio, estamos a mediados de la década de 1970. La recién creada DEA recluta a dos patrulleros mexico-estadounidenses: Kiki Camarena y Hector Berrellez. Kiki es destinado al territorio del cártel de Guadalajara, y Hector investiga sus actividades en Los Ángeles. El cártel tiene a policías en nómina, incluyendo a tres agentes estatales de Jalisco. Cuando Kiki es secuestrado, provoca un seísmo a ambos lados de la frontera.
Tras el asesinato de Kiki, Héctor es trasladado a México, donde acaba al mando de los agentes de la DEA y militares mexicanos implicados en el tiroteo más largo de la historia de la DEA. Aunque esto supone que los narcos pongan una recompensa de un millón de dólares por su cabeza, también impresiona a los jefes de la DEA, quienes deciden encargar a Héctor la investigación del asesinato de Kiki.
Sus informantes dan a Héctor Berrellez nuevas pruebas, testimonios presenciales y de primera mano del secuestro, tortura y asesinato de Kiki. Así averigua que el suceso tuvo lugar en una residencia del cártel donde estuvieron presentes altos funcionarios del gobierno mexicano y un misterioso cubano. También revelan los intentos del cártel y del gobierno de encubrir el crimen.
Hector identifica al misterioso cubano que interrogó a Kiki Camarena: un veterano agente de la CIA, Félix Rodríguez, figura clave del escándalo Irán-Contra. Aunque le advierten que no siga investigando, Hector se niega y es finalmente obligado a jubilarse. El caso se abandona durante años, pero entonces aparece una nueva fuente con una asombrosa acusación.
En el primer episodio, estamos a mediados de la década de 1970. La recién creada DEA recluta a dos patrulleros mexico-estadounidenses: Kiki Camarena y Hector Berrellez. Kiki es destinado al territorio del cártel de Guadalajara, y Hector investiga sus actividades en Los Ángeles. El cártel tiene a policías en nómina, incluyendo a tres agentes estatales de Jalisco. Cuando Kiki es secuestrado, provoca un seísmo a ambos lados de la frontera.